Aires de Fasgar: Descanso en la naturaleza, menú "de la tierra"

Con comida "cien por cien casera", el restaurante, abierto desde abril, completa la oferta de un negocio que es también una casa rural y que pretende aportar su granito de arena "para que Omaña siga estando viva"

Rosa Álvarez
14/06/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Sus propietarios confían en que Aires de Fasgar dé vida a un pueblo «con mucho potencial». Tiene seis habitaciones y un restaurante abierto desde abril. | L.N.C.
Sus propietarios confían en que Aires de Fasgar dé vida a un pueblo «con mucho potencial». Tiene seis habitaciones y un restaurante abierto desde abril. | L.N.C.
Lleva apenas un par de meses abierto, pero el restaurante Aires de Fasgar (Calle Las Eras 8, Fasgar) se ha convertido ya en un reclamo más para visitar un pueblo «con mucho potencial», disfrutar de la naturaleza de Omaña, de su paisaje, mientras se degusta una cocina «cien por cien casera» y elaborada con «productos de la tierra». El cordero al horno, el cachopo de cecina y queso de cabra, las manitas con langostinos, las tablas de quesos de León, la ensalada del chef, el embutido o las «famosas patatas del ‘valle gordo’» son algunos de los platos que más triunfan entre sus clientes, según reconocen sus propietarios. Además, como acompañamiento les ofrecen un pan de pueblo que amasan y cuecen a diario los dos únicos panaderos que quedan en Omaña.

El restaurante –en funcionamiento desde el 13 abril– amplía y complementa la oferta del establecimiento, ya que Aires de Fasgar además de contentar el estómago invita al descanso. Ubicada encima del restaurante está la casa rural, que cuenta con seis habitaciones y seis cuartos de baño, una sala de estar y cocina para un total de 16 personas.

El negocio abre actualmente de viernes a domingo, aunque a partir del 5 de julio ampliará su horario de atención al público y únicamente cerrará los jueves por descanso del personal.

La buena acogida que está teniendo anima a sus responsables a seguir adelante. No les faltan «las ganas ni la ilusión», dicen, para aportar su granito de arena «para que Omaña siga estando viva». Su proyecto les ha permitido crear ya dos puestos de trabajo y prevén realizar un contrato más para la temporada de verano. Si el cliente responde, Aires de Fasgar quiere seguir creciendo.
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