No se cómo está el asunto de la población de canónigos pero con las de osos no se hacía honor al refrán, no resistían en estas tierras y los números eran verdaderamente preocupantes, otra mala noticia para quienes apostaban por el medio ambiente, la naturaleza o el turismo vinculado a ellas como una de las salidas, conocedores además que el oso es uno de los animales con más gancho, corriendo de wasap en wasap cualquier noticia en la que un oso anda suelto. Y mucho más si es un osezno, no hace falta acudir a alguna de las noticias que con relativa frecuencia llegan a los periódicos.
Frente a esta realidad de las preocupantes cifras de osos en nuestra cordillera vienen trabajando grupos como la Fundación Oso Pardo (FOP). Y parece que van recogiendo los frutos de esta dedicación, como puede ver en la evolución dela población que aparecen en el gráfico de estas mismas páginas que, por ejemplo, han pasado de 4 osos en 1989 a 36 en 2017 en la ‘subpoblación occidental’ y de 2 a 6 en la más preocupante, en la ‘subpoblación oriental’.
Trillizos por partida doble
Pero, al margen de estas cifras, la noticia feliz de estos días, que ha dado a conocer el presidente de la FOP, Guillermo Palomero, y se refiere además a la subpoblación oriental, en la que ha explicado Palomero: «Se podría decir que se trata de un hecho casi histórico pues por primera vez desde que tenemos cifras se hadetectado a dos osas con camadas de tres oseznos, algo que no es nada habitual pues la experiencia nos dice que en este núcleo de esta población oriental las 6-7 osas que tienen camadas, tuvieran uno o dos oseznos, por lo que comprobar que sean tres es muy esperanzador». Se muestra convencido Palomero de que esta situación es fruto «del intercambio genético que se esta produciendo entre la población osera oriental y occidental del norte de España, en la que venimos trabajando desde hace años con diversas iniciativas».Este núcleo de población oriental se extiende por tierras de la montaña palentina y la leonesa en las que, señalaba Palomero, que hay otra buena noticia: «Estamos en una etapa importante para la alimentación de los osos, que debe ser buena antes de hibernar de cara a dar a luz en el mes de enero y hemos comprobado que es abundante la existencia de castañas o bellotas».
Con estas buenas noticias desde la FOP ofrecen los datos y los números en los que ahora se mueven estas poblaciones leonesas. Recuerdan que la subpoblación occidental se extiende desde los Ancares lucenses y leoneses hasta llegar a la zona central de la cordillera entre León y Asturias. « En el año 2018 se estima que esta subpoblación está constituida por unos 280 osos». La subpoblación oriental se distribuye por la Montaña palentina, la Montaña oriental leonesa y los montes cántabros de Campoo de Suso, Polaciones y Liébana, con presencia de ejemplares en el oriente de Asturias.«En 2018 se estima que la subpoblación oriental está formado por unos 50 osos». Las dos subpoblaciones están separadas por una franja de 50 a 80 kilómetros que se conoce como el Corredor interpoblacional.
Hasta principios del siglo XXI, los osos de ambos núcleos estaban casi completamente aislados y no había intercambio genético, pero la comunicación se ha ido restableciendo, como señalaba Palomero al hablar de las tres crías de osos. «En 2008 se detectó en el sector oriental a los primeros osos ‘híbridos’ (con padre occidental y madre oriental), y en la actualidad el trasiego de machos al menos desde el occidente al oriente parece habitual, lo que está acabando con el aislamiento genético». Por el contrario, las hembras suelen ser filopátricas; es decir, con tendencia a asentarse cerca del lugar donde nacen, y quizá por ello no se han detectado osas que hayan cruzado el Corredor interpoblacional.
Reconocen desde la Fundación Oso Pardo que saber cuántos osos integran una población es muy difícil por lo que hacen estimaciones basadas en estudios y trabajos de campo; cálculos que solo aportan cifras aproximadas, «pero sirven para tener una idea del tamaño total de la población de osos usando los datos del seguimiento de osas con crías que se realiza desde 1989».