Alba Álvarez Castro, las aspiraciones infantiles convertidas en realidad

Con sólo once años, la leonesa obtuvo dos premios en un concurso de dibujo y fotografía de Castilla y León y en otro de la Fundación Leer León. En la actualidad, tiene como objetivo "sacar a la luz sueños a través de sus ilustraciones"

Mercedes G. Rojo
04/03/2025
 Actualizado a 04/03/2025
La ilustradora Alba Álvarez Castro preparando su intervención artística.
La ilustradora Alba Álvarez Castro preparando su intervención artística.

«El arte no tiene por qué llegar a todos de la misma forma ni gustar por igual».
(Alba Álvarez Castro, ilustradora).

Aprovechando esta primera entrada del mes de marzo, mes por antonomasia dedicado a la mujer, y su cercanía al 8 de marzoque conmemoraremos el próximo sábado, hoy vamos a acercarnos a la figura de una joven ilustradora leonesa a quien he tenido la fortuna de conocer gracias a su participación en el proyecto rescate de Faustina Álvarez García, que verá la luz a lo largo de este mes. Se llama Alba Álvarez Castro (León, 1996) y, aunque leonesa de nacimiento, en la actualidad reside en Logroño, desde donde desarrolla su trabajo en diversos campos relacionados con lo artístico. 

Mi primer acercamiento a su trabajo fue precisamente el que realizó para ilustrar, al completo, y hasta el más mínimo detalle, las distintas etapas del proyecto que, dentro del Plan lector del CEPA Faustina Álvarez García, se realizó en torno a la figura de esta singular leonesa, durante el curso 2021-22, con motivo del 25 aniversario de dicho Centro. En sus manos estuvo la realización de todo el material gráfico que acompañó el proceso y que muy pronto podrán conocer de primera mano.  A partir de ahí, su nombre despertó en mí una natural curiosidad que me llevó a descubrir que nos encontramos ante otra de nuestras artistas de inefable talento, que ya había comenzado a manifestarlo en su etapa escolar. Sí, su interés por el mundo de la ilustración y la creación artística ya quedaba recogido en aquella afirmación que, por 2007, le había hecho a una reportera de un periódico local, que la entrevistaba con motivo del premio que acababa de ganar: «le gustaría llegar a ser, algún día, diseñadora de moda o ilustradora de cómics». Por aquel entonces, Alba contaba con apenas 11 años, y estudiaba 6º de Primaria en el CEIP La Palomera, de León. El premio recibido era el correspondiente a la primera edición del Concurso de Dibujo y Fotografíapara el uso de una energía sostenible en Castilla y León, que el Ente Regional de la Energía de Castilla y León en colaboración con la Dirección General de Energía y Transporte de la Comisión Europea, había dirigido a escolares de toda la comunidad, obteniendo Alba el máximo galardón. Ese mismo año habría ganado también el II concurso de dibujo de la Fundación Leer León (mayo 2007) y otro de educación vial.

Lejos de que esos primeros pasos se perdieran por el camino del crecimiento, como tantas veces suele ocurrir, con el paso del tiempo esta inicial inclinación de Alba no fue perdiendo fuerza sino que, muy al contrario, la fue ganando, hasta tal punto que a la hora de decidir hacia donde quería continuar su camino formativo, se decantó por el grado de Comunicación Audiovisual, que, tras finalizarlo, completó con su especialización en Ilustración y Concept Art. Desde entonces no ha parado de formarse tanto en el campo creativo como en el editorial, para estar siempre al día en este camino profesional que ha escogido y que, tal como ella misma nos cuenta también, «se centra, principalmente, en dar vida a las ideas de editoriales, clientes particulares, colegios o agencias, a través de mis dibujos y creaciones», definiéndose a sí misma como «ilustradora y diseñadora freelance», que «desde niña empecé a garabatear y a soñar despierta a través del arte, los dibujos animados y los libros». Hoy esos sueños se han hecho realidad y entre sus empeños está el de «tratar de sacar a la luz (aquellos) sueños a través de mis ilustraciones».  

La intervención en el festival Barullo.
La intervención en el festival Barullo.

De su forma de trabajar cuenta que es mayoritariamente digital, aunque también reconoce no haber abandonado nunca las técnicas tradicionales, y así podemos encontrarla en algunos de los videos que encontraremos en su página de Youtube, donde la vemos manejar con igual maestría unas y otras. Define el estilo de sus ilustraciones como un estilo tranquilo pero con chispa, en el que no se traduce lo enérgica y estresada que ella es en muchas ocasiones, ilustraciones que, a su entender, transmiten una cierta paz. En el uso del color, se decanta por una paleta más bien fría, en la que evita utilizar los colores rojos, que le parecen muy agresivos, aunque a veces no le quede más remedio que introducirlos. Y entre sus posibles influencias o más bien gustos personales destaca a la ilustradora infantil Beatrice Blue, por como utiliza las texturas y el tipo de dibujos que realiza muy alejados de una realidad fría dura; a Nathan Fowkes, que ha trabajado para el sello de animación DreamWorks, por los colores que utiliza y la iluminación; y ya  a nivel más clásico, dice que Sorolla es también un referente muy importante para ella. 

Su realidad profesional, que no quiere dejar de mantener unida al mundo artístico, transita por diversos caminos desde su trabajo como ilustradora para campañas publicitarias hasta el de maquetadora o diseñadora gráfica en proyectos freelance, realización de fotografía y video, clases extraescolares de dibujo y manualidades («lo que me permite mantener viva a mi niña interior y me supone una fuente de inspiración inacabable», dice) e incluso talleres y propuestas formativas en diferentes ámbitos. Y por supuesto, el trabajo para editoriales.

Entre los proyectos editoriales en los que ha trabajado están, por ejemplo, el libro 'Una duende en el Observatorio Astronómico' (2020), para la Editorial Saure; o el de 'Mumma & Mummy' (2023), para Babidibú.  Pero si algo define especialmente a Alba son sus proyectos más personales, esos que la han ido haciendo creces a lo largo del tiempo. Como ejemplo, Nébula, un videojuego de sigilo y plataformas, que formó parte de su trabajo final de grado durante 2020-2021, donde trabajó como artista 3D, concept artist y desarrolladora, en el que Aletheia, la protagonista, tendrá que salvar su mundo de la energía oscura que lo está consumiendo, para lo que no le quedará más remedio que viajar  por diferentes planetas en busca de nébulas. Otro de sus proyectos personales es el titulado Aittitta Makurra, un proyecto editorial personal en el que trabaja como ilustradora y desarrolladora, basada en una antigua leyenda de un pequeño pueblo del País Vasco llamado Lekeitio. Un pescador salva milagrosamente al patrón con un ungüento mágico bajo la guía de la Muerte disfrazada, que le predice una vida de curación hasta los noventa años. 

Protagonista de Nébula.
Protagonista de Nébula.

Sin embargo, quizá el más ambicioso de todos ellos sea el que puso en marcha en 2023, junto a Aitor Mora Astaburuaga (el que se encarga del papeleo, dicen) fruto también de su pasión por la educación. Este proyecto, del que ella es creativa y alma, se llama ‘La casa del búho’,  y es algo más que una editorial propia, se trata de «una experiencia de lectura interactiva y animada que transporta a los niños y niñas a mundos llenos de imaginación y aprendizaje» pues ambos miembros del proyecto creen en la lectura como herramienta  mucho más eficiente (hasta 600 veces más) para aliviar el estrés de los niños que  jugar a un videojuego, al mismo tiempo que es fundamental para desarrollar sus capacidades, entre otras la adquisición de nuevo vocabulario (hasta doce mil palabras nuevas pueden aprender los niños en un solo año). Dentro de esta ilusionante propuesta ya cuentan con un primer libro interactivo, 'Ada y los ruidos de las nubes', aunque el proyecto es mucho más, porque también cuentan con un podcast, como  un espacio desde donde ofrecer  contenido de calidad, consejos prácticos y recursos útiles para acompañar a las familias en el crecimiento y desarrollo de los hijos, con información sobre diferentes temas relacionados con la crianza respetuosa, el desarrollo infantil, la educación emocional, la disciplina positiva, el método Montessori y otros enfoques educativos, además de la posibilidad de escuchar cuentos narrados en torno a diferentes valores y siempre con un enfoque positivo. Y aún hay más, porque la editorial cuenta también con el Blog de ‘La Casa del Búho’, que ellos mismos definen como «un rincón donde compartiremos con vosotros y vosotras actividades educativas, consejos y novedades, donde la imaginación no tiene límites y cada día es una oportunidad para explorar, aprender y crecer juntos».

Su estancia en Logroño, le ha traído a Alba Álvarez, una importante interacción con el espacio municipal conocido como ‘La gota de leche’, especialmente dedicado a los jóvenes, y así ha realizado con ellos, entre otros proyectos,  una intervención artística sobre el cristal de un escaparate, dentro del Festival del Barullo 2024 organizado desde allí, un proyecto que tuvo como tema principal la inspiración y cómo esta se puede despertar a través de la lectura y la música. También formó parte del equipo de organización del Festival de cultura y arte joven 'Artefacto', organizado por dicha entidad, en concreto coordinando la revista para dicho festival y encargándose de su diseño y maquetación, una experiencia que calificó de «verdadera inmersión creativa», y en la que también aparece una página dedicada a ella. 

Además, ahora hace un año, Alba presentaba en la zona expositiva de dicho centro, su exposición 'Yutori', una exposición basada en esa contradicción vital que a veces nos surge entre esos momentos en los que estamos totalmente relajados y tranquilos frente a esos otros en los que estamos «totalmente a tope y no nos da tiempo a nada». Para ello creó una exposición de imágenes por parejas en torno a palabras que de alguna forma definían el concepto que ella quería mostrar en torno a esas dos circunstancias, palabras algunas de ellas poco usuales en nuestro día a día. La exposición, que permaneció un mes en dicho espacio, también contaba con una parte interactiva en la que Alba invitaba al visitante a dejar un mensaje sobre como este veía su rutina, además de invitarle a indicar si se sentía o le gustaría sentirse identificado con cada una de las imágenes. Y es que Alba es imparable y, como ella misma confiesa, mucho más dinámica e inquieta de lo que demuestran a primera vista muchas de sus ilustraciones.

Vamos terminando, y lo hacemos comentando que, dentro de esa multiplicidad de actividades y propuestas en las que está involucrada, cuenta que su máxima  aspiración es llegar a vivir exclusivamente de la ilustración y el arte, y dejar para el mundo de sus hobbies, esas otras cosas con las que lo combinan y que son las que le permiten mantenerse, aunque reconozca que también le gustan y enriquecen su vida. Consciente de la dificultad que dicha meta representa, aún así, mira al futuro con esperanza y con ilusión, a sabiendas de que el único camino para llegar a alcanzarla algún día es trabajar mucho y duro. Y da un consejo a quienes comienzan en este duro mundo, un consejo que trata de aplicarse también a sí misma: creer en ellos mismos, no obsesionarse con gustar por encima de todo, porque el arte no tiene porque llegar a todos de la misma forma ni gustar por igual, y puesto que el arte es una forma de expresar lo que cada cual lleva dentro que se escuchen a sí mismos y que tengan paciencia. 

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