Trajes decimonónicos visten un recinto ferial a estrenar. Quienes los llevan llegan en un tren engalanado y de aspecto antiguo, como el de las viejas locomotoras que cargaban sus vagones de un carbón que surtía aquellas tierras vascas. Pero este tren no viaja sobre vías y su destino no es una estación. Más bien, una época. La época del Modernismo.
Los pasajeros llegan ansiosos por ver cortar la cinta dando paso a la II Feria Modernista de León. Una en la que no pueden faltar las palabras del ‘mantenedor’. El laureado del modernismo que se presenta acompañado del director de Fundos, José María Viejo, y el director del Museo Casa Botines, Raúl Fernández, vistiendo chaqueta roja de terciopelo y que, con pajarita verde, recita a Neruda y Machado y parafrasea a Gaudí. Es el crítico y ensayista valenciano Andrés Amorós que, antes de cortar la cinta que separa la época de Gaudí de este siglo XXI, resuelve la belleza y el arte como parámetros clave en el Modernismo y recita: “En León, admirando y disfrutando con el románico de San Isidoro, con el gótico de la Catedral, con el modernismo de Gaudí, es muy fácil entender y dar las gracias porque el arte nos da el don supremo de la alegría y el consuelo”.
Rodeados de puestos llegados de distintos puntos de la geografía nacional con el objetivo de poner en valor aquella época y su extensión a todos los ámbitos de la vida del ser humano, así como su influencia en tiempos posteriores; con un tiovivo apodado ‘volador de madera’ y mujeres de sombrilla modernista que huyen del sol, se abren por fin las puertas de esta nueva edición ferial. Una que llega a León cargada de talleres, conciertos e iniciativas de toda índole que se prolongan hasta este domingo.
Y, entre dandis paseantes, versos de Rubén Darío y vestigios de Art Nouveau, la capital provincial se transporta estos días en un viaje al pasado. Así que vistan sus trajes de época y acérquense a disfrutar de esta II Feria Modernista. Pues, ¿quién sabe si no habrá alguno que, al son del himno de León, con bandera alfonsina ondeando al viento en lo alto de Botines, se encuentre en sus aledaños al mismísimo Gaudí?