Un costumbrismo en forma de tradición local vinculada al cultivo de arroz en el medio natural valenciano moldea entre bastidores el espectáculo de danza y circo ‘Arrós’, de la compañía de Anna Mateu. Una puesta en escena en la que no falta el toque leonés de la mano del creador e investigador Alfredo Escapa. «Para comprender una extensión tan grande como es la Albufera, la compañía decidió contratarme para trabajar con agricultores, plantadores de arroz y personas que trabajan en el territorio», cuenta el leonés, cuyas tareas responden a la etiqueta de ‘mediador’; un papel que «tiene que ver con comprender a las poblaciones humanas» y no tanto con ser partícipe en la actuación.
Dos años lleva fraguándose este espectáculo de la mano del conjunto, que el verano pasado ya estuvo en Cerezales del Condado presentando la obra. Dos años empapados de la comprensión de una de las zonas que desde hace algo más de una semana preocupa a toda la sociedad española. «Los agricultores se plantean muchas cosas desde hace tiempo y hay proyectos muy interesantes para transformar los residuos que genera el arroz», explica Escapa: «En ese territorio llevan preocupados y ocupados con el tema desde hace tiempo». Esa preocupación emana de diferentes factores. «Hay una presión inmobiliaria y turística muy importante», analiza: «Es un sitio de recreo y ese recreo contamina mucho, como también lo hacen los cultivos, pero si la Albufera existe en este momento es también porque se cultiva arroz». Aun así, en sus palabras, «hay una serie de prácticas que no son sostenibles».
Dirigida por Eva Luna Garcia-Mauriño, coreografiada por Anna Mateu, ojo externo de Pepa Cases, producción de Miguel Barreto, escenografía de Los Reyes Del Mambo, música de Arnau Obiols y Héctor Tirado, vestuario de Sara Recaltá e interpretación de Mónika Vázquez, Ilyà Gendler, Anna Mateu y Miguel Barreto, la función pretende «no juzgar, sino hacer reflexionar sobre qué hacemos y cómo lo hacemos». Así lo explica el mediador, que asegura que, «las artes escénicas y cualquier otro arte tiene la responsabilidad de contar lo que sucede».
En palabras del leonés, «cualquier obra de arte es un removedor de conciencias». «Desde el arte no vivimos alejados de los problemas ecosociales que nos rodean», asevera: «Si vemos una problemática día a día, tenemos que hacer algo». Tanto es así que dos de los intérpretes –Anna Mateu y Miguel Barreto– viven cerca de la Albufera y, durante los últimos días, han estado apoyando en las tareas de limpieza y retirada de lodo como una parte más de la ciudadanía que, cada día, acude a las zonas afectadas. «En León nos pilla muy lejos», relata Escapa: «Pero en Valencia tienen una emergencia muy clara y ser conscientes es muy importante para que no se repita en otros territorios».
El mediador no se olvida de destacar la belleza de una función que «no es un panfleto»; que se presenta ante los espectadores como una mistura danzarina y circense «muy poética, muy divertida y muy reflexiva». Una función que este sábado, desde las 18:00 horas, se convertirá en protagonista del hall de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de León, localizada en el campus de Vegazana. Todo un evento de carácter libre y gratuito que ofrecerá un paisaje escénico para remover conciencias y, de alguna forma, dotar al público de un asomo de comprensión entre la vorágine de la tragedia.