El alma perdida del poeta (leonés) en desacuerdo con el mundo

José Antonio Llamas presenta esta tarde (a las 19.30 horas) en el ILC su último poemario ‘El alma perdida’, compañado de los también poetas Ángel Fierro y Toño Manilla y su editora, Marina

20/03/2025
 Actualizado a 20/03/2025
Marina Díez (Mariposa Ediciones) y Toño Manilla, que hoy acompañarán nuevamente a José Antonio Llamas junto con Ángel Fierro. | FULGENCIO FERNÁNDEZ
Marina Díez (Mariposa Ediciones) y Toño Manilla, que hoy acompañarán nuevamente a José Antonio Llamas junto con Ángel Fierro. | FULGENCIO FERNÁNDEZ

«En León hay muchos escritores, de todos los tipos, también poetas pero si tengo que elegir a uno entre los poetas sería Toño porque, estoy con Luis Mateo, Llamas es el poeta. Y además de esta condición de literato une una enorme calidad humana; de ahí que cuando me sugirieron que si quería estar en Vidanes para este homenaje dije: el primero y a paso ligero». Con estas palabras explicó Julio Llamazares su presencia en lo que se anunció como la presentación de un libro de José Antonio Llamas —'Alma perdida'— en su pueblo —Vidanes— y realmente era un homenaje a su autor en su tierra. A renglón seguido añadió: «Toño es un personaje que vive en poeta, y como tal está en desacuerdo con el mundo, vive en la frontera de la realidad y la poesía; y, como decía Cervantes, ‘el hombre que vive en la frontera tiene dos patrias y ninguna'».

Aquella presentación homenaje tenía una continuidad con la anunciada presentación en León que se hace realidad este jueves (a las 19.30 horas) en la Sala Región del Instituto Leonés de Cultura en un acto en el que, junto a la editora Marina Díez, estarán los también poetas Ángel Fierro del Valle y Antonio Manilla; o, lo que es lo mismo, su compañero durante décadas desde los inicios en el mundo literario en la revista Claraboya y uno de los alumnos de Llamas en el eternos apostolado de la poesía y la literatura de quien, como decía Llamazares, no solo es poeta sino que vive en poeta y del que, como tal, se han dicho cosas tan extraordinarias como las ya citadas del autor de ‘Memoria de la nieve’ en las que está incluida la opinión de Luis Mateo Díez en la presentación en Madrid del facsímil de Claraboya, donde el premio Cervantes al analizar a los fundadores de la revista —Fierro, Llamas, Agustín Delgado y él mismo— fue muy breve: «Llamas es el poeta».

En el acto de este jueves Ángel Fierro rememorará aquellos primeros pasos en la poesía —aquello que le gusta llamar «una aventura juvenil»— no solo en la revista Claraboya sino también en otra publicación anterior nacida en el Seminario con el nombre de ‘Gritos de guitarra’, en la que también estaban otros jóvenes como Máximo Gómez Rascón, que varias décadas más tarde ‘desveló’ aquella faceta en su libro ‘Sillares de cristal’. Después compartieron varias décadas de poesía, destierro y vida en Barcelona. De todo ello hablará hoy Fierro.

Y del amigo, al alumno, que así se ha declarado siempre el hoy consolidado poeta Antonio Manilla, quien analizará ‘El alma perdida’ de José Antonio Llamas hablando también del maestro y la bondad. «Ya saben, recordemos a Machado, en Campos de Castilla: ‘y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, / soy, en el buen sentido de la palabra, bueno’. Uno, que es, más que discípulo suyo, acreedor en tantas cosas de José Antonio Llamas, está en condiciones de atestiguar en público toda su bonhomía». 

Y sobre ‘el alma perdida’ nos deja un par de fragmentos para que sepamos del mundo que habita en sus páginas: «Mi alma está perdida ya. Los débiles latidos que me restan hasta llegar al final, no resultan suficientes para permitirme un viaje más allá de la cancilla de mi jardín» o «No hay otra forma de seguir que seguir muriendo. Hay otra puerta que se abre a la piedad pero no lleva a ningún sitio».

Pues pasen a su alma (perdida). 

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