El departamento de Arte y Exposiciones del ILC ha vuelto a apostar muy fuerte de cara al verano para dotar de contenido y actividad al Centro de Interpretación del Clima de La Vid. Después de una colectiva de 80 artistas, muchos leoneses, para la inauguración del centro hace un año ahora ofrece una muestra de dos artistas con evidente potencial: el escultor Jonás Pérez y el pintor y dibujante (también tiene una escultura en la muestra) Eduardo Arroyo.
De ellos se podría decir aquello de loso viejos concursos de la tele de «amigos y residentes en Laciana» pues fue esta comarca la que unió sus destinos, aunque Jonás Pérez es natural de Valle de Mansilla y Arroyo es madrileño con raíces en esta comarca. Concretamente Robles de Laciana los unió, allí descubrió Arroyo a Jonás y quedó fascinado con la obra y la calidad humana del mansillés.
Viviendo los dos en el mismo pueblo (Arroyo pasa largas temporadas allí después de haber restaurado la casa paterna)tenían que cruzar sus caminos. El madrileño se emocionó ante el trabajo de aquel veterano escultor cuya técnica definió como «primitivismo poético». Jonás ya tenía más de ochenta años, había sido albañil y jamás pensó en dar a conocer su obra, su razonamiento era de una humanidad aplastante: «Ochenta años son muchos, sobre todo si durante ellos se ha pasado hambre y han ocurrido cosas tan tremendas como la Guerra Civil, la posguerra o la Segunda Guerra, cuyos ecos y tragedias también llegaron a España».
Señala Luis García, gran responsable de esta ‘reunión’ de estos dos artistas en La Vida, que «dos personalidades totalmente diferentes e incluso contrapuestas. Eduardo Arroyo originario de la burguesía madrileña, con una gran formación intelectual, Jonás Pérez de procedencia rural humilde y la vida, como escuela. Arroyo, artista trotamundos de reconocido prestigio internacional, Jonás un pensador ensimismado en su mundo interior y espacio vital. Pero al mismo tiempo y de forma singular existen vínculos que les unen, el respeto mutuo y estima, el pulso cardinal del arte, o la tierra materna de Robles de Laciana».
Así recuerda Eduardo Arroyo, uno de los nombres imprescindibles del panorama artístico español, la figura de su compañero de muestra: «Jonás Pérez, vecino del Valle de Laciana, ha ejercido a lo largo de su vida diferentes oficios siempre a la luz del sol y siempre con voluntad, destreza, buen hacer. Cuando por la primera vez visité en Robles –mi pueblo– su taller en medio de huertos, hortalizas y frutales me di cuenta de que allí vivía y trabajaba un escultor. Y fue allá, por los inicios de los años 90, cuando empecé a seguir los trabajos en piedra de mi vecino. Y el caso es que poseo una magnífica pieza de esa época, una cabeza de arenisca con base caliza, una cabeza de hombre barbudo y aunque Jonás se empeña en decir que mi escultura es la primera que salió de sus manos yo no me lo creo y miro para otro lado. No me lo creo porque para mí Jonás es un escultor desde siempre».
Y los reunió a los dos en este joven espacio arte, amplio, pero que llenan las piezas que han seleccionado: En el caso de Arroyo una escultura en bronce, un relieve de León, cedida por los familiares de Jonás Pérez pues se trata de un regalo personal de Eduardo Arroyo a Jonás, 14 obras litográficas de la 'Suite Senefelder' (propiedad de la Diputación de León) y dos litografías y cuatro piezas originales y únicas, realizadas con técnicas mixtas (cedidas por la galería Ármaga).
Las obras que se pueden ver de Jonás Pérez son 43 esculturas en piedra con talla directa y varias con articulación de metal y se acompaña de un vídeo producido por Marcelino Cuevas y Vicente García.
Amigos y residentes en Laciana
Jonás Pérez y Eduardo Arroyo son los protagonistas de la exposición que este sábado (12:00 horas) se inaugura en el Centro de Interpretación del Clima de La Vid, donde permanecerá abierta durante todo el verano
16/06/2018
Actualizado a
11/09/2019
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