El poeta y profesor Ángel Fernández (Sabero, 1963) es uno de esos tipos callados que lleva en la mochila un mundo. Callado pero que un día da un grito en forma de versos cuando posa en los escaparates de las librerías los poemas de, por ejemplo, ‘Las lágrimas del Pato Donald’, del que los grandes críticos dijeron cosas excepcionales.
Pero él —que escribe desde casi siempre, que muestra igual cariño por Lorca que por Germán, un pastor de su Sabero natal que les leía poemas mientras cuidaba las vacas— regresa a sus silencios, que ha vuelto a romper con el libro que a las 20:00 horas presenta en la Biblioteca Pública, el poemario infantil ‘Versos para niños nocturnos’ (Eolas). "Con este poemario pretendo que el niño se ponga del lado del diferente, que aprenda a encontrar en él su propia singularidad y la reivindique, frente a las trabas que le va a poner una sociedad estereotipada. Para ello despliego todo un catálogo de monstruos clásicos -brujas, cocos, vampiros- que huyen de los determinismos y buscan su propio impulso interior". Una disculpa para "reivindicar la imaginación como patrimonio no solo de la infancia y la vigencia -como contrapunto a la realidad- de lo maravilloso".
Viajan por las páginas del libro historias de terror, de miedo, que Ángel Fernández conecta directamente "con los cuentos orales de las abuelas antiguas"; historias que cree necesarias pues se muestra convencido de que "el niño de hoy está sobre-protegido, parapetado en celofanes", lo que tiene una consecuencia clara:"Le eliminan las defensas para un, cada vez más dificultoso, caminar adulto".
Otro papel importante en este nuevo poemario infantil es el de los monstruos, que en este libro, explica, no dan miedo a los niños. "No pueden asustar pues realmente son cómplices de los niños. Eso sí, de los niños imaginativos, solidarios, buenos. Como siempre, los cocos y los ogros se comen a los niños malos. Y en este punto está la Tesis -por decirlo de alguna manera- del libro: Ojalá hubiera monstruos suficientes para eliminar a todos los malos de la tierra".
Cuentos, imaginación, niños, monstruos, historias, lectores... para conformar una idea central:"Este libro es -o al menos pretende ser- un canto a la bondad, a la diversidad, a la diferencia, una defensa de los buenos sentimientos en un mundo en el que esto ha dejado de interesar". Pero, a renglón seguido Ángel Fernández Fernández aclara que en este ‘Versos para niños nocturnos’ no encontrará el lector "ni moralejas ni moralinas, lo que sí hace es invitarle a la reflexión".
También ha querido el escritor del valle de Sabero que esté presente otra de las señas de identidad de su literatura, el humor. "El sentido del humor está arropado por la ironía, presentes en toda la obra por lo que se ofrece en cada poema distintos niveles de lectura. Lo que quiero es que los niños -de 9 a 99 años- se diviertan, pero que al leer los poemas -incluso al teatralizarlos- la sonrisa no solo sea el resultado de una historia graciosa, sino del regusto que da una buena venganza".
Ángel Fernández: "Hay pocos monstruos para tantos malos"
El poeta y profesor de Sabero presenta este viernes en la Biblioteca Pública su último libro, el poemario infantil ‘Versos para niños nocturnos’
03/06/2016
Actualizado a
17/09/2019
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