Muchos guisanderines me preguntan por los arroces. No me prodigo mucho con este tipo de elaboraciones, pero hoy me siento obligado por este magnífico producto que cayó en mis manos, un puñadin de ricos níscalos, también conocidos como robellones.
Hacemos, en una cazuela, con dos o tres cucharadas de aceite de oliva, un sofrito básico con ajo, cebolla, pimientos rojo y verde y un poquin de zanahoria. Todo bien picado. Cuando esté bien pochado, incorporamos la carne de contramuslo de pollo, previamente cocido y deshilachado junto con unos pedazos de patata triscadas y unos tomatines cherry.
Momento importante, echamos los níscalos y empleando un truco de guisandera, pongo aproximadamente un tercio cortados en láminas, otro tercio enteros y el tercio restante, desmenuzados con los dedos. Mejorando la textura del plato.
Dejamos rehogar y mojamos con un chorrín de vino blanco y una cucharada de tomate frito que ayudará a dar color al guiso. El caldo de haber cocido el pollo y por último añadimos una cantidad suficiente de arroz, en este caso, del tipo arbóreo, ¡¡¡me encanta!!!
Dejamos cocer a fuego medio y tapado, con lo que conseguiremos la melosidad deseada. 18-20, minutos serán suficientes, pequeño reposo, y ¡¡¡a degustar!!!
Estaba tan seguro del éxito que prescindí del verde polvo de esperanza, perejil picado.
Si con tenedor, pellizco de pan para empujar. Si cuchara, ¡¡¡no hace falta!!!
Cada vez me gustan más los rosados de la DO León, para acompañar los arroces. Un divertido Canalla Rosé de la bodega de Vitis Velado, distinto y atrevido.
¡Tranca!
El arroz meloso con níscalos y pollo de Marcelo Ramón
RECETA | El cocinero leonés propone un plato de cazuela con un puñadín de níscalos como protagonista
08/03/2025
Actualizado a
08/03/2025

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