Lucas Santiago conoció desde pequeño, por su familia, el tema de la joyería tradicional, pero su inquietud le llevó a formarse en joyería contemporánea en la escuela Masana de Cataluña, donde vivió seis años. Su paso por la escuela fue muy bien aprovechado para sentar las bases de su proyecto y el contacto con grandes figuras de la joyería contemporánea como Ramón Puig Cuyás y Hans Leicht le influyeron enormemente. La joyería contemporánea o artística se diferencia de la tradicional en que el valor de esta última lo dan los materiales, mientras que en la contemporánea lo produce el concepto, lo que la joya quiere decir, más que el valor intrínseco de las piedras preciosas o los metales.
Al volver, tras esos seis años de formación, a Tineo comienza a trabajar relacionándose con el mundo rural en el que se desenvuelve y tomando como referencias los elementos con los que convive y de ahí va transformando su joyería contemporánea y añadiéndole el valor del mundo rural, es entonces cuando empieza a trabajar en lo que el ha dado en llamar «joyería rural contemporánea».Además para apoyar su trabajo e interesar a otras personas en el mismo ha creado una residencia para artistas que van a trabajar y debatir en su propio taller desde 2009.
Para Lucas Santiago cada pieza que produce es como una pregunta que él se hace acerca de la realidad que le envuelve, y como tal huye de la seriación, cada obra es una pieza única como la pregunta que hace a la sociedad. No se trata de cantidad ni de calidad sino de introducirse en el significado de la pieza.
Para él es muy importante el paisaje. Ramón Puig Cuyás dice de él en este aspecto que «la obra de Lucas Santiago tiene raíces, pertenece a un lugar concreto. Es una apasionada declaración de pertenencia y de identificación con su paisaje. Un paisaje que él entiende como una manifestación de la naturaleza, pero también como una manifestación cultural. Una cultura que es la fuerza impulsora de su trabajo como artista. Sus creaciones surgen de esa realidad emocional que él ha ido construyendo en contacto con su paisaje y sus paisanos. Una realidad comprometida con los problemas de la vida rural y con la sostenibilidad de los espacios naturales».
Y el tema de las vacas es algo que le rodea en su mundo cotidiano. Por eso presenta estas piezas en una exposición única y singular. Para Lucas Santiago «la vaca es el individuo en ese mundo cada vez más hostil que antaño era hogar y sustento, y cada vez más, metafóricamente, necesita de ese espacio imaginario, cuasi arquitectónico y que a modo de refugio construye y articula la nueva sociedad».
Las joyas que se muestran pueden ser portadas por las personas como joyas normales, aunque en realidad sean como pequeñas esculturas de animales entroncados con la realidad que les rodea y los conceptos que el autor quiere transmitir.
La exposición ‘Vacas 2.3’ se inaugura este sábado a las doce de la mañana en el Centro Leonés de Arte, situado en la avda Independencia 18, y constará de una sala con las obras y otra con una instalación audiovisual donde el autor explica su obra.