
- ¿Cómo nace esta insólita historia que defines como una novela negra con factura de comedia de terror gótico localizada en una ciudad fantasmagórica en la que siempre es de noche?
- Hay una experiencia clave en mi biografía de la que me cuesta hablarpero que me ha marcado como escritor y como persona: a los 17 años, un día antes del examen de selectividad, sufrí un ictus hemorrágico que me sumió en un prolongado e interino coma. Fui ingresado en el hospital de León pero mi siguiente recuerdo cabal es un año después, cuando desperté enel Hospital Ramón y Cajal de Madrid, con la mitad izquierda de mi cuerpo paralizada y sin poder casi comunicarme. Sin embargo mi familia y los médicos estaban bailando alrededor de la cama porque había despertado... Desde aquel calvario neurológico me intriga la oscuridad (la externa, por supuesto, pero sobre todo la interna) creo que el miedo por excelencia es el miedo al misterio de la oscuridad, y que nuestro modo de enfrentarnos a la oscuridad da la medida de lo que somos de verdad... Por eso he escrito esta novela sobre una oscuridad urbana extrema que, como el coma, cuando deja de producir terror, hasta hace reír: una novela de humor neurótico con impregnaciones del género negro, y del género gótico, pero que también tiene una lectura política que atañe a esta crisis económica que aún nos acorrala... En el fondo esta novela nocturna es una estrategia para despertar.
Y para ello reconoce que ha querido hacer una mezcla de géneros «porque la hibridezproduce intensidad, y en esencia el psicoanálisis es un género literario más. En sentido, siempre he pensado que Freud es un demiurgo de la cultura, y que el psicoanálisis es un gran instrumento para el conocimiento humano, y al mismo tiempo una fuente inagotable de metáforas (otra cosa es que logre curar a alguien)».
Más datos, más historias, este jueves por la tarde y, sobre todo, en la novela.