Beatriz Berrocal: "La literatura es para mí una tabla de salvación"

La escritora zamorana afincada en León acaba de publicar una nueva novela para adultos con el título ‘La culpa’ (Platero editorial), cuya presentación virtual ya está disponible a través del canal de Youtube

Joaquín Revuelta
18/06/2020
 Actualizado a 18/06/2020
Olga Ruiz y Beatriz Berrocal durante la presentación virtual que ya está disponible a través del canal de Youtube.
Olga Ruiz y Beatriz Berrocal durante la presentación virtual que ya está disponible a través del canal de Youtube.
La escritora zamorana afincada en León, Beatriz Berrocal, acaba de publicar una nueva novela dirigida al público adulto con el título ‘La culpa’ (Platero Editorial), cuya acción se sitúa en la crisis económica de 2011 con el tema de la corrupción como telón de fondo. La novela ya se puede adquirir en cualquier librería y también en venta online a través de la web de la autora http://www.beatrizberrocal.es/home/libros. Igualmente en el canal de Youtube ya se encuentra disponible la presentación de ‘La culpa’ mediante una larga conversación que Olga Ruiz mantiene con la escritora de Benavente y cuyo enlace es https://youtu.be/EnIRqFA54CY.

– Ha elegido como contexto histórico de ‘La culpa’ la crisis económica de 2011. Sin embargo, me ha llamado la atención la utilización que hace en la novela de una práctica relacionada con la actividad cinegética de la que ya se hizo eco en la década de los setenta el maestro Berlanga en ‘La escopeta nacional’.
– Sigue estando vigente. A lo mejor a través de las novelas de Miguel Delibes o de la película que mencionas lo teníamos más presente y ahora como que ha quedado un poco más olvidado en la literatura, pero ese tipo de situaciones siguen estando muy presentes.

– ¿Qué papel juega la mujer en esta trama marcada por la corrupción?
– Helena es un personaje importante porque representa el papel de la mujer que durante muchos años ha sido invisible. Es una mujer de una edad madura, tiene 50 años, y al llegar a esa edad se da cuenta de que a pesar de que toda su vida ha trabajado, porque es farmacéutica de profesión, a los ojos de los demás la relevancia social recae sobre su marido, que es un cargo político. Ella comprende que ha hecho muchas cosas para sacar adelante su familia y su vida y se cansa un poco de ser invisible.

– ¿Quién sostiene aquí más el peso de la culpa?
– Hay mucha gente candidata. Hay mucho donde repartir, de ahí el título de la novela. Cada uno tiene motivos para sentirse culpable. Muchas veces el que se tiene que sentir culpable resulta que no se siente, no se da por aludido. Y sin embargo, como le pasa a Helena y como le pasa a muchas mujeres, tenemos una cierta tendencia a echarnos la culpa de todo lo que sucede, cuando eso no tiene por qué ser así. Es algo que también ella va aprendiendo.

– ¿Qué me puede decir de la génesis de la novela?. No sé si como creadora se toma su tiempo antes de llevar al papel una idea, si una vez puesta la deja reposar para retomarla después.
– La idea de la novela me la dio mi cuñado, que era un cazador de los convencidos. Me hizo un esbozo y me animó a que escribiera, porque las cosas que pasaban en las monterías eran un filón para una novela. A partir de ahí fueron surgiendo otras ideas, porque ‘La culpa’ no es solo una novela de caza y por eso la puede leer cualquiera, le guste o no la caza. No tiene nada que ver. A mí tampoco me agradan los asesinatos y sin embargo las novelas de Agatha Christie las leo y me gustan. Empecé a escribir la novela en el 2011 y quedó aparcada muchos años en los que fueron saliendo adelante otros libros, otras cuestiones familiares y laborales. Hace un par de años la retomé durante una baja laboral en que tuve que permanecer en casa sin poderme mover y me pareció que era el momento ideal. De hecho la escritura de esta novela fue la que me rescató para no deprimirme demasiado en los meses que tuve que estar sin moverme.

– ¿Cuando se enfrentó de nuevo al manuscrito tuvo que hacer muchas modificaciones o variar el enfoque después del tiempo transcurrido?
– Cambia desde el enfoque hasta la autora en este caso. Pasado el tiempo uno va evolucionando en la forma de actuar y en la forma de escribir. Conservé la base que tenía, el argumento, tenía muy bien definidos todos los personajes, y lo que hice fue repasar y reescribir lo que era necesario. De todas formas la novela hay que revisarla tantas veces hasta que obtener ese formato final que, bueno, a veces se parece algo a lo que habías pensado, aunque en este caso conservé el esqueleto y la trama porque lo tenía muy claro.

– ¿Como novelista le da más importancia a la trama o al estudio de personajes o en realidad lo que busca es un equilibrio entre ambos aspectos?
– Como te dije, la trama la tenía clara y sobre esa trama he ido dibujando los personajes. Esta es una novela en la que he trabajado mucho cómo va a ser cada uno de ellos y cómo van a reaccionar ante los problemas a los que se va a tener que enfrentar. En la novela se da el caso de la corrupción política y quiero saber cómo se van a comportar ante esa situación. Como te decía antes, hay algunas personas que están claramente cometiendo delitos y sin embargo se liberan muy bien de esa culpa echando la responsabilidad a otros y diciendo cosas como si no lo hago yo lo van a hacer otros, esto ya lo hicieron otros antes, si me voy yo lo van a hacer otros después. De esa manera lavan su conciencia y al final pretenden salir ilesos de ello. Lo mismo que hay gente que sin haber hecho nada, enseguida se siente culpable diciendo algo tendré yo que ver o algo habré hecho mal. Y eso nos pasa mucho a las mujeres y sobre todo a las madres, que se preguntan qué he hecho mal. Pues a veces no se ha hecho nada mal, es simplemente que la vida ha ido tomando ciertos derroteros. Esas cosas son las que yo quería tener muy presentes y muy claras en cada personaje.

– ¿La novela ya estaba acabada antes de la crisis provocada por el Covid-19?
– Sí, estaba ya en la editorial. Todo el parón provocado por la pandemia lo que ha servido es para que la editorial fuera trabajando sobre ella. No ha retrasado para nada su salida. Lo que pasa es que ha cambiado el tema de la presentación. Hay ya una presentación virtual a través del canal de Youtube y cuando se pueda haremos una presentación presencial, porque a mí me gusta tener contacto con los lectores. Lo bueno es acudir a una presentación en la que el público participante haya podido leer la novela y surjan preguntas que se entienden mejor que si no se ha tenido todavía la oportunidad de leerla.

– Además de escritora, usted es enfermera de profesión. No sé cómo ha vivido esta crisis sanitaria provocada por el Covid-19.
– Estoy en el equipo médico de una empresa. En ese sentido no he estado en primera línea de hospitales como sí lo han estado otros compañeros, aunque lo he vivido de otra manera.

– ¿Lo que hemos vivido durante estos tres últimos meses daría para el argumento de una novela?
– Yo creo que surgirán películas, series y novelas. Desde luego, lo que hemos vivido ha sido tan fuerte que dará para mucho. Otra cosa es si apetece. Como lectora no sé si me apetecería leer una novela en la que me volvieran a recordar todo esto. Supongo que todo necesita un reposo para que nos tranquilicemos un poco.

– Como escritora se ha movido en la literatura infantil y juvenil y también en la de adultos. Prueba de ello es ‘La culpa’, que me decía le había servido para no deprimirse en exceso durante la baja laboral. No sé si le gusta alternar esos dos campos o si más bien se decanta por uno u otro en función de su estado de ánimo o simplemente porque se lo pide el cuerpo en ese momento.
– Yo creo que va surgiendo en cada momento. A mí la literatura siempre me salva, tanto escribir como leer. En esta ocasión me salvó durante una baja laboral que no me permitía salir de casa. Yo tenía empezada esta novela cuando me surgieron otras ideas para otros libros. Que me encuentro mejor escribiendo para jóvenes, pues tiro de ahí y aparco lo otro. No me importa. Me muevo bien en varios géneros, me siento cómoda. Lo que importa es que me sienta a gusto con lo que estoy haciendo en cada momento.

– Independientemente del género que aborde, ¿qué cree que se mantiene inalterable en su escritura?
– Lo que veo como denominador común es un poco lo que te decía. Yo me tengo que sentir cómoda. Si yo me creo lo que estoy escribiendo, seguramente el lector se lo va a creer también. A la fuerza no podría escribir. No soportaría que nadie me diga que tengo que escribir sobre tal cosa. Yo tengo que encontrarme a gusto con lo que hago, tanto si es para niños pequeños como si es para adolescentes. Procuro situarme en esa franja de edad, procuro sentirme dentro de lo que estoy escribiendo y si me siento cómoda eso va a salir adelante.

– ¿Le afecta cuando escribe, como en el caso de ‘La culpa’, sobre personajes cuyo comportamiento no resulta para nada ejemplar?
– Al fin y al cabo la vida es así. Lo que nos rodea no es todo gente genial o todo gente malvada, aunque tiendo a pensar en positivo. Incluso en esta novela de seres imperfectos hay gente muy noble que a veces tiene que pagar un alto precio por conseguir lo que quiere y en su mano está pagarlo o no.

– Pero en la literatura y en el cine la figura del villano casi siempre suele ser más atractiva que la del héroe.
– Pienso que funcionan todo tipo de personajes. Todo el mundo tiene matices. Esta novela está escrita de modo que cada capítulo lo va narrando un personaje. Eso me permite ver que incluso el más villano cuando está a solas consigo mismo tiene también sus matices, se hace preguntas y se cuestiona cosas. Y el que es más bueno también tiene sus recovecos. Lo que me gusta de escribir de esta manera es que el lector está dentro de cada uno de los personajes y ve cómo son cuando están con los demás y también cuando están solos.
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