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Como parece lógico muchos procedían de tierras con gran tradición siderúrgica —Málaga o Santander, por ejemplo— y se llegaron a crear barrios nuevos que en algún caso rendían homenaje a su origen, así nació el Barrio del Perchel, en recuerdo al barrio malagueño del mismo nombre.
El fin temprano de la Ferrería de San Blas trajo consigo la marcha de muchos de estos trabajadores y sus familias a otros lugares en busca de nuevas oportunidades, pero otros muchos permanecieron en la zona, vinculados a nuevas actividades como la minera. Ahora, 170 años después, el MSM de Sabero quiere reunir a sus descendientes, a los descendientes de los ferrones, para reconocer aquella epopeya obrera.
Ya cuentan con un trabajo realizado sobre este pasado ferrón, el realizado por el investigador leonés Javier Revilla, rastreó en un minucioso estudio los libros parroquiales de la época, lo que le ha permitido poner nombre y apellidos a más de un centenar de ferrones.
Con este trabajo previo y la coordinación del propio historiador Javier Revilla, el museo (MSM) «propone a todos aquellos interesados en conocer su ‘pasado ferrón’, integrarse en un grupo de trabajo que rastree este pasado en base a los apellidos y la procedencia de sus padres, abuelos y bisabuelos».
Y la primera de las reuniones ya está a la vuelta de la esquina, este miércoles 13, con la primera reunión del grupo de trabajo (en el propio museo entre las 13 y las 17 horas). Para acudir a ella los interesados deben de inscribirse previamente en el museo, donde se les entregara una ficha genealógica que deben de cumplimentar antes de acudir a la reunión.