Una calle vidriosa siguiendo la senda de la Catedral

El alumnado de la Escuela de Arte y Restauración de León ha inaugurado este viernes su doble exposición de arte vitral en su Sala de Exposiciones y la Fundación Vela Zanetti

Camino Díez Llamazares y Laura Pastoriza
05/04/2024
 Actualizado a 05/04/2024
https://youtu.be/x4SFGmtXLcM

Siguiendo el hálito luminoso de la Catedral, el arte vitral se traslada desde el monumento a dos enclaves cercanos. La Escuela de Arte abre sus puertas a la mirada ajena en una demostración de la destreza en el uso de vidrio para pintar. Pintar con luz. Pintar ‘En la misma calle’, pues la recopilación de obras del alumnado del centro académico leonés se expone en su Sala de Exposiciones y en la Fundación Vela Zanetti. Son obras de los pupilos en la maestría de la ‘Vidriera artística’ y de la ‘Pintura sobre vidrio’. En sus talleres, trabajan pocos aprendices, pues muchos se encuentran ultimando los detalles de la doble exposición que se inaugura este viernes en los dos espacios de la calle Pablo Flórez.

“Estas son unas enseñanzas minoritarias, no pueden ser masivas porque tampoco podemos sacar cien vidrieros al año al mercado laboral, pero realmente son muy necesarias porque, ahora mismo en España, el único sitio donde tenemos estas enseñanzas oficiales es en León”, explica Elena García, responsable del departamento de vidrieras, indicando la diversa procedencia de los estudiantes en la Escuela, desde leoneses, hasta llegados desde otras provincias y nacionalidades, sobre todo, de Sudamérica. “Los cursos suelen ser de unos diez o doce alumnos y eso es un cupo muy bueno para trabajar con el que se puede realizar una enseñanza muy personalizada y a la vez una enseñanza de calidad”, añade.

Unos cuarenta alumnos de todas las edades forman la plantilla de potenciales artistas, maestros, conservadores y restauradores de arte vitral. Una de ellos es Andrea, estudiante de segundo curso de ‘Pintura sobre vidrio’ tras haber pasado hace ya tiempo por las aulas de ‘Vidriera artística’. Unos años trabajando como conservadora y restauradora en el Obispado de Ourense la hicieron regresar a la Escuela en León, desde donde habla, junto a una de sus piezas, expuestas hasta el 28 de abril en esta blanquecina Sala de Exposiciones. Cuenta que se inspira, sobre todo, en autores del siglo XX y señala los detalles de una obra de dos paneles en los que se aprecian distintas técnicas y formas de presentar el vidrio. Una obra que, según explica, no le llevó mucho tiempo.

“Lleva más tiempo cuando haces unas copias realistas” relata la alumna, poniendo de ejemplo un rondel basado en una vidriera renacentista: “Esto ya es más de darle texturas… Te va la mano más suelta, es diferente”. Y, sobre con cuál de las dos vertientes disfruta más, es concisa y suelta: “Con las dos”. Aun así, no tarda en añadir: “Yo vengo del mundo de la restauración, me encanta hacer esas cosas; pero también me gusta ver este resultado de texturas y los efectos de la luz”.

La voz de Andrea suena suave, igual que suave se desliza la luz atravesando el vidrio para deleitar con un arte tan complejo como bello. A sus piezas acompañan bosques, icebergs, rosetones conjuntos y otros trabajos que cuelgan sutiles del techo de la Escuela, como si siempre hubieran estado ahí. Con misma suavidad, cuelgan desde este viernes y hasta el 26 de abril, los proyectos finales de estos aprendices de maestros vidrieros en Vela Zanetti. Todo, ‘En la misma calle’, una que durante este mes sigue la senda vidriosa de la Pulchra Leonina.

Lo más leído