Canciones para después de una guerra

Por Bruno Marcos

Bruno Marcos
06/10/2022
 Actualizado a 06/10/2022
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Cuando la censura hacía imposible la construcción de un relato veraz de la España de la postguerra, Basilio Martín Patino (Salamanca, 1930-Madrid, 2017) se vio obligado a crear un artefacto audiovisual sorprendente, una película para la que no filmó ni un sólo minuto; tomó, en su lugar, fragmentos documentales ya existentes, fotografías, secuencias de otras películas y material de archivo permitido por las autoridades. Todo ello lo montó en orden cronológico acompañando inesperadamente a las imágenes con la banda sonora de grabaciones de las canciones más populares en los años que la narración iba recorriendo. El resultado es brutal: una historia emocional en la música ensamblada a una colección de imágenes que retratan una realidad casi siempre atroz.

El parte militar escrito por Franco dando por concluida la guerra civil con el ‘Cara al sol’ sonando mientras las multitudes saludan, brazo en alto y llorando, al nuevo régimen; la entrada de las tropas en Madrid con el chotis ‘Ya hemos pasao’ —que respondía con sarcasmo al famoso lema «No pasarán»—; ‘Échale guindas al pavo’, ‘Morena clara’ o ‘La bien pagá’ con escenas de las largas colas del racionamiento; el conocido encuentro de Franco con Hitler en Hendaya ambientado con ‘Lili Marleen’; ‘Tengo una vaca lechera’ mientras se ven titulares de prensa con niños mendigos, fotografías con orfanatos repletos y noticias periodísticas sobre depuraciones o la captura de monstruos rojos autores de miles de muertes en la contienda; todo el sepelio del torero Manolete con la madre llorando al grito festivo de «olé»…

Un buen rato lo dedica Martín Patino a las mujeres españolas, las del pintor Julio Romero de Torres —que tenían su propia canción—, las de la revista de variedades, las tonadilleras… Celia Gámez, Estrellita Castro, Imperio Argentina, Lola Flores… y luego a las pobres mujeres, las llorosas, las del pañuelo en la cabeza, las de negro enlutadas, las viudas o las madres de los caídos en el campo de batalla, seguidas de las de la «sección femenina» con una canción sobre los beneficios de la soltería, como si estas fueran un regimiento destinado a determinados servicios sociales propios de su sexo…

Más adelante, aparecen los titulares que anunciaban la vuelta del pan blanco con ‘A lo loco, a lo loco…’ y las carcajadas de los ancianos de pueblo desdentados y la llegada de los bailes modernos, el plan Marshall con la banda de Bardem y Berlanga, «americanos», y fragmentos de películas históricas con Cristóbal Colón trayendo un séquito de indios salvajes del descubrimiento del continente. Luego, el estraperlo al son del ‘Que se mueran los feos’, las costureras y los emigrantes emprendiendo el viaje al ritmo de ‘Él vino en un barco de nombre extranjero’ y, por último, el incipiente consumismo, los primeros coches, con ‘Qué felices seremos los dos viviendo en nuestra casita de papel’.

En esta gran película, prácticamente desconocida para la mayoría, Martín Patino nos muestra ese periodo tan oscuro de nuestra historia reciente que fue el que siguió a la guerra civil utilizando, paradójicamente, los mismos materiales que los vencedores pero logrando efectos opuestos. La sensación en el espectador es la de contemplar una tragedia sobre la que sobrevuela una gran falsificación.

‘Canciones para después de una guerra’se exhibe este jueves a las 20:15 horas en el Musac con motivo de la celebración del Día del Cine Español.
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