Carlos González Sánchez es un fotógrafo leonés, conocido por sus imágenes minimalistas y enfocadas en la proximidad de los objetos a los que da un valor fuera de lo habitual. Ganador de premios como el de la fotografía del Museo de León en el año 2022 con su obra ‘El museo en casa’, Carlos González se enteró de que iban a tirar una serie de elementos que había en el laboratorio del hospital y como dice: «yo los recuperé y a partir de ahí empecé a trabajar, porque hace años estuve haciendo una serie de bodegones con cristal, siempre te queda ese gustillo porque se trabaja muy bien y a partir de ese momento he ido haciendo estas fotografías».
Carlos explica a quien le escuche que el sistema es poner la habitación totalmente a oscuras y a continuación introducir luz poco a poco, así todo trabajar con un elemento tan difícil como es el vidrio resulta muy problemático, debido a los reflejos que se producen con la iluminación a pesar de seguir las instrucciones de Carlos. La luz es casi siempre natural, aunque a veces incorpora las luces de la casa.
Carlos busca la poética de las pequeñas cosas, aunque se introdujo en el mundo de la fotografía a través de las imágenes de la calle, si bien ido reduciendo los motivos hasta fijarse en los detalles que es donde ahora está llegando con estas fotos de probetas, matraces, retortas, botellas, pipetas, vasos, embudos y buretas, en su mayor parte de cristal y en sus composiciones incorpora otros elementos, como muérdago, huevos de avestruz o diferentes objetos para dar plasticidad y frescura a la foto. Todo está hecho en casa y jugando con las luces de casa.
La exposición la componen 19 fotografías de diferentes tamaños, todas ellas en aluminio con acabado brillante, lo que realza los negros y las diferentes formas del cristal y lo manifiesta así: «Trabajo casi siempre en mate, pero en esta ocasión, dejándome aconsejar por Pablo, pensamos poner un fondo brillante y la verdad es que ha quedado muy, muy bien, los negros han salido reforzados». La mayor parte son fotos en las que blancos y negros, con las transparencias, dominan el color de la imagen, mientras un grupo de cuatro imágenes algo más pequeñas, tienen una dominante azul. El color de los objetos es importante, así la botella rojiza destaca sobre el blanco del huevo, el verde del muérdago destaca sobre las transparencias de los aparatos del laboratorio.
Carlos considera que su obra remite a la investigación científica y lo comenta de este modo: «Me gusta que la ciencia esté siempre presente en mis obras, estos elementos apenas se utilizan ahora, las máquinas han sustituido a los laboratorios y lo que presento es una especie de memoria en homenaje a lo que pelearon todos aquellos científicos». Recalca la idea en su presentación de la muestra: «'Laboratory' es mi pequeño homenaje al mundo de la ciencia y la investigación. Bodegones que quieren retratar la belleza y el diseño de los elementos usados por los investigadores para alcanzar metas inimaginables que nos han hecho llegar más lejos en este océano …».
Se toma el proceso de realización de las imágenes como un juego que aparte de entretenerle se basa en modelos de pintura de diferentes artistas y así lo explica: «Me gusta jugar, los bodegones siempre han sido cosa que me ha llamado la atención y los pintores que plasman lo pequeño siempre me han interesado como Carmen Laffon y ahora Isabel Quintanilla que ha salido a la palestra, me gusta este tipo, pero siempre intentas darle una vuelta más, para hacer una cosa algo diferente».
Carlos González no trabaja imágenes seriadas, más bien son fotos individuales y diferentes entre sí sin mayor relación, con la excepción de la idea de construir familias con los elementos que utiliza, como dice: «Hice una serie, que no está aquí, solamente alguna foto, de familias, representar familias con los elementos de que disponía».
«Espero que la gente disfrute contemplándola como yo he disfrutado haciendo las fotos».