Los actos programados con motivo del centenario del escritor villafranquino
Antonio Pereira incluye la exhibición este martes a las 20:00 horas en el
Auditorio Ciudad de León de la copia remasterizada de
‘El filandón’, del director
Chema Sarmiento, en la que Pereira participó con uno de los cinco relatos que dota de contenido a la película. El director y algunos de los protagonistas realizarán un breve filandón en un debate moderado por
Joaquín Otero, director de la
Fundación Antonio Pereira, que junto con la
Filmoteca de Castilla y León han financiado el proceso de remasterización de la cinta.
El 4 de octubre de 1984 el
Teatro Emperador acogía el estreno oficial de ‘El filandón’, una película estructurada en cinco historias salidas de la tradición y la imaginación de escritores leoneses como
Luis Mateo Díez (‘Los grajos del sochantre’),
Pedro García Trapiello (‘Láncara’), Antonio Pereira (‘Las peras de Dios’),
José María Merino (‘El desertor’) y
Julio Llamazares (‘Retrato de bañista’), esta última la historia más onírica y visualmente más conseguida de todo el conjunto.

Con el patio de butacas del Teatro Emperador lleno a rebosar, la première de ‘El filandón’ contó aquel día con la presencia del director, Chema Sarmiento, de Ramón Gómez Ezquerra, co-propietario de la Empresa Leonesa de Espectáculos (ELDE), que acogió la exhibición de la película a lo largo de tres semanas en el Cine Condado, por donde pasaron alrededor de 21.000 espectadores, y de Benigno Castro Martínez, crítico de cine y espectáculos de Diario de León, que ofició de maestro de ceremonias de una puesta de largo a la que asistieron autoridades como el presidente de la Diputación Provincial, Alberto Pérez Ruiz; el rector de la Universidad de León, Miguel Cordero del Campillo, y el alcalde de León, Juan Morano Masa, entre otras personalidades del mundo de la política, la cultura y la empresa. También estuvieron presentes en la platea del teatro los escritores de los relatos que sustentan ‘El filandón’, entre ellos el recordado Antonio Pereira acompañado de su mujer Úrsula, y un número significativo de intérpretes no profesionales que participaron en la película de Sarmiento, de cuya distribución nacional se haría cargo Nueva Films.La película también sería seleccionada para participar en la Seminci –como previamente lo había hecho en una de las secciones paralelas del Festival de San Sebastián –en una sesión especial al filo de la medianoche que registró un lleno total y que contó también con la presencia de autoridades como el presidente de la Junta de Castilla y León de entonces, Demetrio Madrid; el consejero de Cultura y Turismo, Justino Burgos; el presidente de las Cortes de Castilla y León, Dionisio Llamazares; el director general de Promoción Cultural, Santiago Trancón, y el alcalde de Valladolid, Tomás Rodríguez Bolaños. A pesar de la expectación levantada el día de su presentación en la Semana de Cine, su paso por las salas comerciales de la ciudad del Pisuerga fue un visto y no visto, porque apenas duró un par de días en cartel. Algo más de suerte tuvo su paso por el cine Pompeya de la capital de España, a cuyo estreno oficial el 26 de noviembre de 1984 acudieron muchos ilustres leoneses residentes en Madrid y personalidades de la política nacional como el entonces ministro del Interior José Barrionuevo.

Del rodaje de ‘El filandón’, Chema Sarmiento conserva un recuerdo precioso, como reconocía al periodista de la agencia Ical,
César Combarros, con motivo de la entrega de la
Espiga de Honor de la Seminci en octubre de 2022. «Si hubiera hecho 50 películas después, probablemente aquel recuerdo se hubiera ido difuminando, pero como no he hecho muchas películas para el cine, esos recuerdos los tengo muy vivos todavía. Sobre todo ahora, que con motivo del homenaje en Valladolid y de la restauración de la película he podido revivir muchas anécdotas. Todos los escritores que participaron aceptaron inmediatamente sin reticencias ni condiciones; ellos pondrían los relatos pero sería yo quien guionizaría la película. Después, en el rodaje, lo pasamos la mar de bien. Hubo momentos muy bonitos».