Las salas de pintura acogen sendas exposiciones personales de dos pintoras de exitosas y dilatadas carreras, como es el caso de Greta Malmcrona y Ángela Merayo. En el caso de la primera citada, aborda con lenguaje neoexpresionista un repertorio plástico oscilante entre la abstracción y sugerencias de la realidad. Merayo recurre, por su parte, con la serie ‘Signos’ a la pintura de referencia paisajística, en este caso de la ampurdanesa sierra de La Albera, a los signos prehistóricos que en ella abundan y a sus implicaciones simbólicas.La escultora brasileña Liane Kasutki muestra un conjunto de piezas de extraordinaria limpieza expositiva, que conjugan potencia y delicadeza, estructura formal y exhalación poética.Del leonés Amancio González se exhibe ‘El flautista’, pieza emblemática de su producción de los años del hierro. Está realizada con fragmentos de varilla de hierro soldados, dejando el interior de la imagen masculina diáfano, con lo que se pone en valor la dialéctica entre materia y transparencia, entre el recubrimiento y la esencia. La potencialidad de los materiales sigue siendo su piedra angular.Cosme Paredes, discípulo de Guayasamín, es creador de un animalario espectacular, del que propone las figuras de toro y león, de un realismo desbordantes su configuración y fiereza, realizados con chapas de hierro ensambladas a modo de collage.Una propuesta figurativa procedente de otros ámbitos estéticos es la que presenta Juan Carlos Uriarte, que se origina en el mundo del objeto industrial, encontrado y reciclado en ensamblajes escultóricos, creando piezas dotadas de nuevos significados.La figuración en el caso de Carlos Cuenllas da paso a obras que sin abandonarla del todo cuentan con un componente metafórico en el que se funden lo funcional, lo perceptible y lo sensible. Jesús Pombo es un escultor polifacético tanto en el uso de materiales como en las opciones de representación, pues en su obra ha abordado escultopinturas, ensamblajes, figuración expresionista o abstracción.Dentro del campo audiovisual y de la fotografía se proyectará de forma continuada el corto ‘Color violeta. Pliegues de la memoria’, con el que sus autoras, Julia G. Liébana y Paz Brozas, penetran en el tránsito vital y artístico de la cantante chilena Violeta Parra.
Las paredes de las salas dedicadas a la fotografía las ocupa una muestra ecléctica de Esther Santás, en la que poéticas mujeres flor, enigmáticos rostros orientales o paisajes sometidos a relectura ponen de manifiesto la categoría artística de Santás. Junto a ella, las jóvenes Alba F. del Egido y Laura Cembranos muestran su preferencia por la fotografía nocturna, que entienden como un reto a la hora de captar los matices peculiares de edificios, rincones o calles fotografiados con una luz mínima.Por último, la arboleda exterior de la Fundación se transforma en espacio artístico por mor de Entretejid@s, colectivo de creadoras surgido en torno a la artista Cristina Ibáñez, que crea para este lugar ‘Nidos’, intervención en la naturaleza resuelta con textiles y materiales orgánicos tejidos entre sí. El proyecto se sustenta conceptualmente en un juego de significados y alusiones mitológicas, astronómicas y el valor de la ecología.