Una «banda de colegas» que toca desde sus tiempos de adolescencia. Así se presentan los madrileños de Ultraligera. Por lo menos, así lo hace su guitarrista, Coque Fernández. «Poco a poco fuimos profesionalizando un poco la cosa y creciendo», sigue: «Llegó un punto en el que creíamos que habíamos encontrado un sonido propio, una identidad, un lenguaje musical que ya se adecuaba a lo que queríamos expresar». Y, en 2021, nace definitivamente la formación.
A Coque acompañan sobre las tablas la voz de Gisme, el bajo de Santi Urruela y la batería de Martín Aparicio. Desde hace poco, también la guitarra rítmica de Kash. Todos ellos tenían claro desde el principio su ambición por dedicarse a la música. «Desde que nos juntamos con nuestra primera banda, siempre fue la primera opción... Y la única, prácticamente», relata el guitarrista sobre un grupo que ya supera los 140.000 oyentes mensuales en plataformas como Spotify y que carga con el peso de más de un millón de reproducciones en canciones como ‘La basura’. Cifras que suenan al compás del éxito. «Eso depende de cada uno», apostilla el músico: «Para nosotros, el éxito es que las canciones lleguen a la gente, que los oyentes empaticen, lo pasen bien y puedan emocionarse con nuestra música». Aunque «el camino está siendo muy bonito», el guitarrista no duda en apuntar que «todavía queda mucho» por delante.
Aun así, la banda no atiende demasiado a números ni tendencias. «Hacemos las canciones que a nosotros nos gustaría escuchar», resuelve Coque Fernández: «No tenemos una discográfica o alguien detrás que nos ponga límites creativos». El año pasado, ficharon por una de las grandes de la industria: Warner Music. Algo que para el guitarrista no ha supuesto nada más que un «apoyo». «Simplemente se han sumado al proyecto», resuelve: «Y esa naturalidad, ese hacer un poco lo que nos da la gana, creo que la gente lo nota, que le parece auténtico y que, por eso, gustan las canciones».
Y es que, en el angosto y convulso mundo de la música, los madrileños han asomado la cabeza hasta hacerse un hueco que cada vez ocupa más espacio. Son pocos los festivales de cuyo cartel no formarán parte este año. En su gira por salas, todos y cada uno de los conciertos han colgado el cartel de ‘todo vendido’; incluso, el conocido Teatro Eslava de Madrid. Y, por tocar, han tocado hasta en el Congreso de los Diputados en una muestra de que su música se ha ido colando por entre los recovecos más insospechados. «Poder vivir estas experiencias, poder vivir de lo que es nuestra pasión desde chavales... Por eso nos sentimos muy afortunados», reflexiona el miembro de Ultraligera, mateniendo –eso sí– la cabeza sobre los hombros: «Pero todavía nos queda camino por recorrer... Poco a poco, no queremos llenarnos la boca de éxito o algo así, simplemente pensamos en cada concierto; en el próximo que viene y listo».
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A caballo entre «el rock alternativo de los 2000 y el grunge de los 90», la banda encuentra en cada uno de sus integrantes diferentes influencias. «Cada uno ha ido aprendiendo mucho del resto», explica el guitarrista, que facilita la tarea encuadrando a su sonido dentro de esa etiqueta «alternativa». Aunque tampoco les van demasiado las etiquetas: «En esas referencias podríamos cuadrar todos, pero luego cada uno tiende a un palo». Y, aunque resulta estar al mando de las cuerdas –ingrediente indispinsable en su sonido–, si algo destaca Coque de Ultraligera es su lírica. «Las melodías son muy importantes», dice: «Pero, si me das a elegir, yo me quedo con las letras porque me parece que Gisme es un ‘crack’ en eso y que tiene un don».
La banda se encuentra en plena gira de su primer LP, ‘Pelo de Foca’. Una gira que les hace aterrizar en León para celebrar no sólo uno, sino dos conciertos. El Gran Café de la capital provincial se convierte en su escenario tanto el jueves como el viernes. Dos conciertos para los que hace ya tiempo que no quedan entradas. Todo después de un mes sin subirse al escenario. «Llevábamos mucha carretera y enero nos los hemos tomado para descansar un poco», continúa Coque: «Esta semana hemos hecho algún ensayo y la verdad es que estamos con muchísimas ganas de volver al escenario; volver con nuestra gente, con esa adrenalina y ese rock and roll... Que se prepare León porque vamos con ganas».
Con la mira puesta en cerrar por todo lo alto esta gira y publicar su nuevo disco en un par de meses, Ultraligera continúan poco a poco en ese camino que –dicen– todavía les queda por recorrer. Lo hacen a las puertas de su próximo concierto, a punto de llegar a tierras leonesas para conquistar esa «comunidad» que alrededor de su música se «está creando». Con la ambición de cruzar el charco «a medio largo plazo» y tocar en países como México y Argentina. Y no parece descabellado. Sus ambiciones se han ido cumpliendo y aquellos chavales que se aferraban a sus instrumentos hace unos años por amor al arte, soñando con dedicarse profesionalmente a la música, ahora acumulan oyentes y fans, cada día un paso más cerca de saciar a ese «gusanillo» que les ha ido «entrando» por llevar su rock alternativo hasta Latinoamérica.