«Yo solo pinto mujeres, pero no tiene nada que ver con el feminismo radical. Yo solo pinto mujeres porque iba para figurinista de cine o de televisión». Con estas palabras explica la artista leonesa Corina Rodríguez los motivos que inspiran su actividad pictórica, de la que se exhibe una breve muestra desde este miércoles en el Camarote Madrid, siendo ésta la primera vez que la artista, que estudió en la Escuela de Artes Aplicadas y Diseño de Oviedo, expone su obra en el establecimiento hostelero de la calle Cervantes. «También hice la especialidad de diseño gráfico en Madrid porque mi padre tenía una imprenta muy importante aquí en León», explica esta artista que desde muy joven se aficionó a la pintura. «A los 5 años ya me reñían las monjas porque pintaba los cartones», recuerda Corina, cuya principal fuente de inspiración a la hora de elegir a sus modelos femeninos es internet y más en concreto la página Pinterest. «Todo de Pinterest y si son fotos en blanco y negro mejor porque el color lo pongo yo», afirma Rodríguez, que reconoce la influencia de la pintura expresionista alemana, influencia que estaba muy presente en sus comienzos artísticos y que con el paso de los años ha ido evolucionando hacia el fauvismo francés, donde se nota la huella de Matisse, Derain o Vlaminck. «Yo expuse en una galería de Madrid cuya propietaria decía que mi pintura era muy valiente por el uso que hago del color, que no tiene por qué gustar a todo el mundo», matiza la artista.
Corine Rodríguez es plenamente consciente de la evolución que ha experimentado su pintura con el paso de los años. «Empecé con un expresionismo radical, influenciada sin duda por los grabados de los expresionistas alemanes de ‘El Puente’ (Die Brücke), que era una pintura agresiva, oscura. Con el tiempo mi pintura ha ido evolucionando porque responde a mi estado de ánimo. Yo empecé a pintar como profesional en 1997, donde estaba atravesando por un mal momento de salud y pintaba así, a lo bestia. Según me he ido recuperando de mi enfermedad he ido cambiando mi forma de pintar porque me sale de las tripas», asegura la leonesa, que actualmente pasa por un estado de serenidad, fruto del cual son los tres retratos de mujeres que expone en el Camarote Madrid, para los que ha recurrido a la técnica del Decapage. «Utilizo un soporte de papel, que se presta bien al contraste de colores de que hacen gala sus cuadros y que son el resultado de una ardua planificación por parte de la artista. «Cuando dicen que la pintura relaja me río porque en mi caso la elaboración de cada cuadro exige una planificación muy exhaustiva donde hay que tomar muchas decisiones antes de ponerse a pintar. La elección del color me sale por instinto y no como resultado de un periodo de reflexión».