Esta primera gala de la tercera temporada de ‘Prodigios’ ofrecerá, además de las actuaciones de los nueve aspirantes al título ‘Prodigio del Año’, que tiene una dotación económica de 20.000 euros, la actuación estelar del cantaor José Mercé, que interpretará con Jesús Gabriel, ganador del título ‘Prodigio del Año 2020’, el tango ‘Garganta con arena’. Como viene siendo habitual, los más de sesenta músicos y profesionales de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León (Oscyl), bajo la dirección del maestro Salvador Vázquez, acompañarán a los participantes en las actuaciones y rendirán además un homenaje al cantante Camilo Sesto interpretando temas tan conocidos como ‘Algo de mí’, ‘Perdóname’ o ‘Vivir así es morir de amor’. Cristina Lamelas, madre de Jorge, recuerda como hace justo un año se canceló la representación de ‘Billy Elliot’ tras la declaración del estado de alarma a consecuencia de la pandemia. «De hecho a A Jorge le tocaba actuar el 14 de marzo, pero ya no pudo hacer esa función. Desde entonces ha seguido su formación en baile, canto e interpretación, centrándose más este año en la danza clásica», comenta la madre del joven artista leonés, que recuerda cómo el pasado mes de noviembre los responsables del programa ‘Prodigios’ se pusieron en contacto con la familia mostrando su interés en que Jorge García participara en esta tercera temporada del ‘talent show’. «Nos dijeron que mandáramos una serie de vídeos de Jorge bailando, mucha información, y le hicieron una audición en el Conservatorio donde estudia. Al poco tiempo nos llamaron para decirnos que Jorge había sido seleccionado como uno de los nueve aspirantes al título ‘Prodigio del Año’ en la modalidad de danza», recuerda Lamelas, cuyo hijo recibió formación de danza clásica, danza contemporánea, acrobacias y claqué antes de ser elegido para el papel de la adaptación teatral de la película de Stephen Daldry. «Luego tenía además canto e interpretación, de hecho estuvo tres años formándose para el papel de Billy Elliot».Cristina Lamelas comenta que la formación de su hijo Jorge García dentro de la disciplina de danza clásica se ha visto reforzada desde septiembre del año pasado. «Cuando le llamaron para hacer este programa verdaderamente Jorge nunca antes había bailado una variación de clásico», reconoce su madre, a la que preguntamos cómo se tomó su hijo la cancelación de las representaciones de ‘Billy Elliot’ y el frenazo que ello supuso para su trayectoria como cantante y bailarín. «Los niños tienen una capacidad tremenda para entender las cosas y se adaptan mucho mejor que los adultos. Nos disgustamos nosotros más, sin hacérselo ver a él. Jorge está siempre centrado en sus pasiones, está siempre bailando o cantando. Hizo el papel de Billy y le encantó hacerlo, pero ya ha pasado página. Él sigue con la misma ilusión y pienso que no le ha afectado para nada», sostiene Lamelas.
De no haber mediado la pandemia ‘Billy Elliot’ debería haber terminado la temporada en Madrid en julio y en septiembre estaba previsto el estreno en Barcelona. De hecho –comenta Lamelas– había ya montada una escuela en la Ciudad Condal con niños preparándose para este papel desde hace dos años. «No sé si el espectáculo se estrenará en Barcelona, pero en el caso de Jorge es una etapa que ya tiene superada y pienso que no va a retomar el papel de Billy», reconoce su madre, para quien el objetivo inmediato de su hijo es seguir formándose como actor, cantante y bailarín «porque le apasiona el teatro musical, aunque tampoco le cierra las puertas al cine porque, como sabrás, ya tiene alguna experiencia en este medio al haber participado en una película norteamericana titulada ‘Fátima’ y sigue participando en castings, si bien los proyectos en estos momentos están parados como consecuencia del covid. Pensamos que a finales de verano la maquinaria se volverá a poner en marcha y esperamos que vuelva a tener la oportunidad de poder participar en algún musical».Jorge García ha intensificado si cabe su formación artística en estos últimos meses acudiendo durante cuatro horas al día al Centro Superior de Artes Escénicas Escaena de Carmen Roche, donde hace ballet contemporáneo, además de tener una profesora de canto y los sábados durante cinco horas asistir a una academia, donde recibe clases de interpretación, baile y teatro musical. Y a todo esto habría que añadir como es lógico el colegio. «Como ves está a tope», comenta su madre, que califica a su hijo como una persona muy trabajadora, que dispone de poco tiempo pero lo sabe aprovechar muy bien, además de ser un perfeccionista al que le disgusta que alguien le pueda llamar la atención. «Es verdad que en su colegio, como saben todo lo que hace Jorge, le dan más tiempo para presentar los trabajos. Si pierde un examen se lo hacen en otro momento. La verdad es que el cole se porta muy bien con él y Jorge lo trata de compensar haciendo unos trabajos increíbles y sacando muy buenas notas».
Cristina Lamelas cree que su hijo es muy joven y todavía no se ha desarrollado, por lo que el cambio de voz o la transformación corporal que se da a ciertas edades no está siendo de momento un problema. «Ahora tiene 14 años y ni le ha cambiado la voz ni físicamente ha cambiado prácticamente porque sigue siendo muy menudito y no ha entrado en la pubertad. Entonces, con el retraso que lleva, no se ha tenido que enfrentar al cambio físico. Todavía no estamos en esa etapa, pero en breve se tendrá que enfrentar a eso y además creo que va a ser de golpe», confiesa su madre, que reconoce su hijo cuida muchísimo todo lo relativo a la alimentación. «Jorge es un defensor a muerte de la comida saludable. Siempre intenta comer muy sano», señala Lamelas, que respecto a la práctica de algún deporte manifiesta que ni tiene tiempo ni puede por temor a una posible lesión. «Una vez se cayó en el escenario y se fracturó un dedo. Por ese motivo tuvo que estar parado durante un tiempo y lo llevó fatal».De la breve pero muy estimulante estancia de Jorge García en Broadway, su madre, Cristina Lamelas, recuerda que fue gracias a la productora americana de la película ‘Fátima’ que facilitó su participación en un curso intensivo durante el verano en una compañía de Broadway. «Jorge nos lo pedía con mucha intensidad y nos decidimos a vivir aquella experiencia, por lo que programamos nuestras vacaciones en base al curso y estuvimos como un mes y medio en Nueva York. En tres semanas prepararon el musical ‘Big Fish’ y para él todo aquello fue un aprendizaje increíble dado el alto grado de profesionalidad de toda la compañía», recuerda Lamelas, cuyo hijo acude en Madrid a un colegio americano, por lo que el estudio de los idiomas no le supone ningún obstáculo. «Desde pequeño habla el inglés perfectamente», destaca su madre, que no se atreve a aventurar si su hijo seguirá la senda del ballet clásico o prevalecerá la pasión que siente por el teatro musical. «Su cuerpo y sus habilidades me llevan a pensar que es más de danza clásica, pero a él también le encanta el contemporáneo, le encanta hacer acrobacias, le encanta el claqué. De hecho él tiene muy claro que quiere ir a estudiar a Nueva York y que su objetivo prioritario es hacer la carrera de teatro musical en Estados Unidos, por lo que deberá emplearse a fondo en otras disciplinas además de clásico».
Cristina Lamelas ha conseguido que su hijo sienta también una gran admiración por las estrellas del cine musical, como Fred Astaire y Gene Kelly. «Fred Astaire es para mí el mejor bailarín del mundo, aunque reconozco que tal vez mi hijo se sienta algo más identificado con la vitalidad, el dinamismo y las acrobacias que Gene Kelly realiza en sus bailes. Jorge no ve la televisión y si ve algo en su ordenador son bailes y coreografías. Como ya te dije, no pierde el tiempo».