"Cuando estaba en León, en la Universidad, sólo pensaba en el viernes para volver a Salce"

Gloria, licenciada en Económicas, no sueña con unas oposiciones o ser funcionaria, lo que quiere es ser mujer rural, poder vivir de sus colmenas, en su pueblo, Salce

Fulgencio Fernández
16/10/2022
 Actualizado a 16/10/2022
Gloria, en Salce, su pueblo y el lugar en el que quiere asentarse definitivamente para poder vivir allí de su ‘empresa’ de miel, Vuelo. | F. FERNÁNDEZ
Gloria, en Salce, su pueblo y el lugar en el que quiere asentarse definitivamente para poder vivir allí de su ‘empresa’ de miel, Vuelo. | F. FERNÁNDEZ
"Cuando estaba en León, estudiando en la Universidad, no estaba pendiente de las celebraciones universitarias, lo que quería era que llegara el viernes y volver a Salce, con los míos, con la gente del pueblo... Un rato charlando, como acabamos de estar ahí en el puente, para mí es único". Lo dice todo seguido Gloria Suárez Álvarez, una joven leonesa, licenciada en Económicas que en estos días que se habla de la mujer rural (es su celebración) ella "quiere ser mujer rural". De hecho, su ambición futura es "que me vaya bien este negocio que he emprendido de la miel, que pueda seguir creciendo y llegar a poder vivir de ello". Y es que, de momento, lo compatibiliza con otro trabajo pues, explica, "no es solo poner unas colmenas y a vender miel; todo es mucho más complicado, los permisos, las distancias, los informes de una cosa y otra y, sobre todo, que es necesaria una inversión inicial que no es ninguna tontería... Está muy bien lo de la mujer rural, lo que no está tan fácil es serlo".

Curiosamente, mientras hablamos "en el puente" pasan tractores, remolques de animales vivos, Balbino se pone a sacar las patatas... y no faltan mujeres en los tractores o con el mono puesto camino de alguna faena (una de ellas, Araceli, la madre de Gloria: "Sí hay vida en Salce, también por eso me quiero quedar aquí. Seguramente es uno de los pueblos de Omaña con más actividad y con más habitantes en invierno, cuando casi todo queda vacío, que hay pueblos con un vecino o dos...".

- ¿Y en Salce?
- Seremos veinte personas en invierno, que visto desde una ciudad les parecerá una tontería, pero sobre el terreno es un privilegio...

Y pronuncia Gloria una frase que repite en otro par de ocasiones: "Es que si no tienes las raíces aquí te costará entenderlo. Es más, todo esto de la España despoblada si no la vives no entiendes nada".

Claro que quiero ser mujer rural, pero no te lo ponen nada fácil; entre papeleos, permisos, documentos y la inversión inicial que, en mi caso, tienes que hacer... casi abandonasGloria sí se entiende a sí misma, es más, lo tiene todo muy claro. Creció en el pueblo, entre el ganado, las historias de la mina que contaba su padre, Raúl, que recorrió varias en diferentes cuencas, la escuela de Riello, las fiestas de los veranos, para desembocar en la Universidad... "Estudié Económicas e incluso me puse a preparar una oposición, pero no saqué las primeras a las que me presenté y me dije, ‘esto no es lo mío’, tuve por ahí varios trabajos, de camarera en Riello... hasta que surgió la posibilidad de la miel y estoy muy ilusionada con ella, a pesar de todas las dificultades que te dije, pero soy algo cabezona y si me empeño en una cosa".

- ¿Cómo te decides por las colmenas, había en tu casa, en el pueblo?
- Fue Fernando, mi novio, que él tenía algunas colmenas y entendía. Me ayudó al principio y ahora soy yo la que está más volcada, él es carpintero y le lleva demasiado tiempo su oficio.

Y en ello está. Tiene en diversas zonas del pueblo, alrededor de trescientas en la actualidad y con ganas de crecer... "Dan mucho trabajo desde la primavera hasta ahora, pero también es muy bonito. A mí me gusta".

Escuchándola tienes la impresión de que le va a dar pocas posibilidades a no sacar adelante su idea, a no ser lo que quiere, una mujer rural. "Si no tienes las raíces aquí no lo entiendes".

Los vecinos están aún más convencidos que ella. "Claro que le va a ir bien, vale mucho", dicen los tertulianos del puente cuando la ven acercarse.

Quien no tenga las raíces en un pueblo no me entenderáSe nota que sí hay vida en Salce. Y muchas historias, de esos pueblos en el fondo de un valle (junto a Arienza) que suelen desarrollar una intensa e interesante vida comunal. Historias que van de una curiosa hornacina en una casa para una virgen ‘aparecida’ y sin manto pues se lo lavaron y destrozaron, que es uno de los pocos pueblos que aún tiene vecera o las propias de los paisanos, esos habitantes singulares. Quieren ‘picar’ a Balbino para que hable.

- Después de este a Glori hazle otro reportaje o una entrevista de esas de personajes a Balbino, que este sí que tiene historias, para una enciclopedia, pero no quiere contarla.
Balbino ni quiere ni se niega. Se cala la gorra, agacha la cabeza y sonríe, como si le vinieran a la memoria esas aventuras que no quiere contar. Aprovechando la llegada de Araceli y otro vecinos ‘desaparece’ y reaparece poco después con una azada y un cesto: "Yo voy a sacar las patatas que de hablar con vosotros no saco fruto para mojar en los huevos".

- ¿Son caseros?
- De gallina soltera.

Y se pone manos a la obra, es un pequeño huerto pero no parece haber sido mal año de patatas. "Los hubo mejores, y peores", que es una forma de no mojarse, como en lo de contar su vida, ni sí ni no.

- ¿Son buenas las patatas de aquí?
- Mucho. Dicen que las de Omaña y las de la Cepeda son las mejores que hay... lo que no hay es quien las siembre, bueno, aquí todavía.
- Gloria, ¿y para la miel qué tal año fue?
- Casi me dan ganas de contestar como ellos, los hubo mejores y peores. En serio, no fue buen año, la sequía afecta a casi todo.
- ¿Y es buena miel la de Salce?
- Tú mira para el valle y los montes del pueblo; si no es buena miel la de aquí ya me dirás.

No le falta razón. Coge su moto para irse a ver las colmenas y los vecinos me avisan:« Ponla bien en el periódico, que es el futuro del pueblo».              
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