Directores: Craig Mazin, Neil Druckmann.
Intérpretes: Pedro Pascal, Bella Ramsey, Anna Torv, Gabriel Luna.
Género: Aventura / Drama.
Duración: 9 episosios.
Esta semana damos el salto de la pantalla grande a la pequeña para hablar de ‘The Last of Us’, que ha cerrado esta semana su primera temporada con broche de oro, coronándose como la serie del momento y una de las mejores adaptaciones de un videojuego jamás hechas.
El serial nos sitúa en un futuro postapocalíptico, donde un hongo ha infectado a la mayoría de la población, dejando a los escasos supervivientes luchando por los restos de una civilización en ruinas. En medio de todo este caos, la historia se centra en Joel, un superviviente nato, curtido por años de experiencia y penurias, quien emprende un viaje a través de todo EEUU, o de lo que queda de él, al cuidado de Ellie, una adolescente sarcástica y perspicaz que puede ser la última esperanza para encontrar una cura a la epidemia global.
Han corrido ríos de tinta y gigas de datos sobre el supuesto imposible de conseguir una adaptación cinematográfica de un videojuego que esté a la altura del mismo. Es algo que se lleva intentando, sin éxito, desde hace décadas, dejándonos hitos infames como la película de ‘Super Mario Bros’ de 1993, fiascos ciertamente memorables como la ‘Tomb Raider’ de Angelina Jolie o cintas directamente olvidables como la más reciente ‘Assassin’s Creed’ (2016). Parecía estar claro que el cine no era lo suyo, algo de lo que las plataformas de streaming tomaron nota, siendo Netflix la primera de ellas que comenzó a producir series basadas en videojuegos, como ‘The Witcher’ o ‘Arkane’, convenciendo a fans y crítica por igual. Ahora ha sido el turno de HBO, pero estas no son sino las primeras gotas del aluvión de series ‘videolúdicas’ que están por venir en los próximos años. Aunque las películas reniegan de quedarse atrás, e intentarán mantener el ritmo con lanzamientos como ‘Super Mario Bros: la película’ a finales de este mismo mes.
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En su día, ‘The Last of Us’ se convirtió en un fenómeno mundial, conquistando a sus jugadores con una aventura de acción y supervivencia, que supo aprovecharse de la ‘moda zombi’ de principios de la pasada década, pero donde lo más emocionante no eran los infectados, sino la relación, casi paternofilial, entre la pareja protagonista, cuyo desarrollo, magistralmente escrito, hacía que por momentos olvidases que estabas jugando a pegar tiros. Este aspecto gana enteros en esta nueva adaptación, beneficiándose de las capacidades actorales de Pedro Pascal y Bella Ramsey, cuyas intachables interpretaciones como Joel y Ellie respectivamente, y la química que derrochan entre ellos, son el corazón de todos los episodios, donde la acción pasa a un segundo plano para dar paso a una crónica que explora lo mejor y lo peor del ser humano. A lo largo de su viaje, se cruzarán con personajes que en su mayoría no aparecen en más de uno o dos episodios, pero que dejan una huella indeleble tanto en los protagonistas como en los propios espectadores, mostrando como, aunque del ‘pandemónium’ afloren personalidades más aterradoras que cualquier monstruo, siempre habrá lugar para el amor. Esto no quiere decir que ‘The Last of Us’ se haya convertido en un melancólico paseo por el parque, porque, aunque las escenas de acción no sean tan frecuentes como en el juego, cuando se dan cumplen con creces, sacando todo partido del elevado presupuesto detrás de cámaras, alcanzando su máximo apogeo en el adrenalínico y explosivo final del quinto capítulo de la temporada, que te deja sin aliento para cuando llegan los créditos.
Con todo y con eso, ‘The Last of Us’ era más que una gran relato con personajes entrañables. Elementos como su música o sus estampas fotorrealistas hacían de esta una experiencia jugable difícil de igualar. En HBO han hecho los deberes y consiguen recuperar esa magia que sentías a los mandos de tu PlayStation. Desde las desvencijadas calles de Boston hasta los nevados campos de Wisconsin, todo está retratado con una fotografía que saca lo mejor de un diseño de producción con milimétrica atención al detalle, haciendo que cada escenario del videojuego cobre vida. Todo esto mientras la inconfundible guitarra de Gustavo Santaolalla, compositor de la icónica banda sonora original, es rasgada de fondo, y que ahora compone la introducción de esta versión, como una prueba más de que estamos ante la adaptación definitiva.
‘The Last of Us’ ha conseguido erigirse una vez más como una obra maestra, al menos en su primera temporada, sin arreglar lo que no está roto de una historia ya consolidada, pero que apuesta, y gana, al profundizar más en esta como solo un medio como la televisión puede hacerlo.