El filandón ha ido desarrollando tantas variantes como nombres (filandón, hila, hilorio, filorio...) pero todos coinciden en algo, que el origen esta en esa palabra: hilar. A partir de hilar coge los vuelos a los que la imaginación los lleve.
En León ha nacido la escuela las Hilanderas de León, gracias al entusiasmo de una periodista asturiana, Alba Rueda, y no han imaginado mejor forma de cerrar el curso que con un filandón, musical en este caso, para lo que han contado con la colaboración de un grupo especializado, hasta llevarlo en su nombre: Folk de Filandón, vinculado a pueblos del Páramo como Valcabado, Santa María... Se mostraban felices de ‘subir a San Feliz’ pues, siempre repite uno de sus miembros, Roberto Carro, «creemos que es enriquecedor que el norte y el sur de la provincia, la Montaña y el Páramo, intercambien sus formas de cultura, y no hay mejor forma que dándolas a conocer».
Allí, cerca de León, les recibirán Las hilanderas de León: «Seguro que habrá quien piense que los filandones, su música y el conocimiento de las hilanderas para convertir la lana en hilo de manera artesanal han desaparecido para siempre. Habrá también quien ni siquiera sepa lo que es un filandón, como no saben distinguir la fibra sintética o, incluso, un filandón...». Por ello, convocan a quienes lo conozcan para que disfruten de él. Y para quienes no lo conozcan para que descubran la forma más tradicional de entretener el tiempo en los largos inviernos.