La recomendación de Bruno Marcos
Novela: 'A rebours', de Joris-Karl Huysmans
Des Esseintes, el protagonista de la novela ‘A rebours’ (1884) de Joris-Karl Huysmans, elige apartarse del mundo porque no ve en la sociedad de su época otra cosa que mediocridad, vulgaridad y aburrimiento. La gente le parece estúpida y después de probar la vida aristocrática, la literaria y la libertina, hastiado, prefiere recluirse en un mundo artificial que él mismo diseña en su mansión basado en la pintura, los libros y los perfumes.
Este libro —cuyo título ha sido traducido a nuestro idioma de diferentes maneras: ‘Contranatura’, ‘A contrapelo’, ‘Contracorriente’ o ‘Al revés’— es el catecismo del decadentismo, la quintaesencia del dandysmo que supuso una reacción al mundo burgués e industrializado que venía a recortar las aspiraciones del espíritu y que iba a sustituir la alta cultura por la industria del entretenimiento. Des Esseintes recibe a sus sastres y les alecciona sobre estética antes de que le corten los trajes que son a veces de terciopelo blanco y celebra banquetes fúnebres, excentricidades que encontrará poco después pueriles ante su proyecto de encierro total en su mansión cuyas paredes y techos son forradas de piel anaranjada y sus ventanas cerradas con gruesas vidrieras que dejan pasar muy poca luz tamizada de azul. Sobre la chimenea, entre rarezas bizantinas, coloca un tríptico con tres poemas de Baudelaire. Escoge pinturas exóticas y de otras épocas no porque las añore sino para evadirse de la sordidez de su tiempo, por refugiarse en la fantasía erudita. Su preferida ‘Salomé’ de Gustave Moreau. Denuesta a Virgilio y Horacio para valorar a Lucano y Petronio. Hace cubrir de oro y brillantes el caparazón de una tortuga que finalmente muere, incapaz de asumir la belleza que le ha proporcionado. En su confinamiento deseado confirma que viajar es una pérdida de tiempo pues, con los estímulos artificiales oportunos y la imaginación, puede suplir y superar la sensación de realidad sin moverse de su casa, sustituyéndola por una visión. «No hay nada que haya hecho la naturaleza que no se pueda replicar».A Huysmans se le nota que viene escapando de la que él mismo calificó como calle sin salida del naturalismo. Habiendo pertenecido a la escuela de Zola advierte que sus métodos conducen al feísmo y a la reiteración y que, intentando entender el espíritu humano, son los primeros que lo limitan al resumirlo en el individuo común. Esta novela fue una reacción contra el realismo que quiso explorar lo diferente e influyó a escritores posteriores como Óscar Wilde, Joyce, Proust o Virginia Woolf.En estos días de confinamiento ‘Al revés’ es una lectura interesante que hace reflexionar sobre el individuo y la sociedad, sobre la realidad y la evasión. La tecnología nos permite hoy evadirnos a la ficción en el interior de nuestros hogares como el des Esseintes de Huysmans lo hizo en los paraísos artificiales de su mansión.La recomendación de Joaquín Revuelta
Película: 'Eyes Wide Shut'La revisión del testamento artístico del genial director neoyorquino Stanley Kubrick me ha permitido reconciliarme con una película que en su estreno no me produjo el impacto que lo hicieron títulos como ‘2001, una odisea del espacio’, ‘La naranja mecánica’, ‘Barry Lyndon’, ‘El resplandor’ o ‘La chaqueta metálica’, títulos muy diferentes que comparten sin embargo esa idea de viaje catártico que emprenden sus respectivos protagonistas.
La recomendación de Santiago Revuelta
Libros médico-saludables para tiempos de confinamiento
Últimamente, mis lecturas preferidas son en realidad relecturas. Me gusta volver a disfrutar de aquellos libros que me gustaron hace tiempo, y que en la actualidad me siguen atrayendo. Es como volver a saborear algo cuyo gusto no paladeaste con el detenimiento suficiente que requiere lo que acabas de meter en la boca…
Algo así ocurre con la relectura. Te permite subrayar, anotar o iluminar alguna palabra, frase o párrafo que te llaman la atención. Si se necesita hacer una síntesis, es un método eficaz que más de uno/a, seguro que ya ha aplicado.
La lista de novelas médicas es bastante extensa. Puedo citar algunas de ellas que he leído: ‘El médico hereje’ de José Luis Corral, ‘El médico de Toledo’ de Matt Cohen, ‘El médico de Córdoba’ de Herbert Le Porrier, ‘La rueda de la vida’ es una interesante autobiografía de la doctora Elisabeth Kübler Ross…Pero si tuviera que elegir dos novelas, me decantaría sin duda por ‘El médico’ de Noah Gordon, llevada al cine por el director alemán Philipp Stölzl, y ‘Avicena o la ruta de Isfahán’ del egipcio Gilbert Sinoué. Quien no haya leído aún estas dos novelas, seguro que no le defraudarán.
Concluyo con un párrafo atribuido a Avicena que no tiene desperdicio en este tiempo de crisis pandémica por el Covid19:
«La imaginación es la mitad de la enfermedad; la tranquilidad es la mitad del remedio; y la paciencia es el comienzo de la cura».