La recomendación de Carlos del Riego
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Tenía un muy grato recuerdo de la primera vez que me enfrenté a esta larga película rumana, cuya revisión, en las circunstancias actuales, no ha hecho más que engrandecerla. Narra la odisea de un viejo solitario y bebedor, cuyo estado de salud se va deteriorando de forma paulatina en su periplo por los hospitales y ante la indolencia de los médicos y la comprensión de uno de los sanitarios que acude en su auxilio. En Filmin.
La recomendación de Teresa Giganto
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El sabor de un albariño bien fresco, el calor de un caldo gallego, el vapor que sale de unos mejillones cocinados nada más salir del mar, el olor a salitre, las vistas a la Ría de Vigo… Un viaje a Galicia en el que no falta ningún ingrediente y al que hay que añadir el humo de los cigarrillos de Leo Caldas, el inspector de policía protagonista de tres libros de Domingo Villar tan adictivos como brillantes. La primera novela policiaca de este escritor gallego es ‘Ojos de agua’, una historia que transcurre al tiempo que lo hace la investigación del crimen de un joven músico. Galicia, un crimen, una investigación y Leo Caldas son puntos en común que tiene esta con la segunda novela, ‘La playa de los ahogados’, y con la última, ‘El último barco’. En las tres, editadas todas ellas por Siruela y escritas originalmente en gallego, coincide un trabajo muy pulido en cuanto a la manera de ser de los personajes, tan pulcro como la propia narración en la que la crónica de la investigación se entrelaza con historias personales. Domingo Villar tiene la capacidad de que procrastines para seguir con él caminando bajo la lluvia fina y la bruma propias de Galicia, conseguirá que le acompañes en interrogatorios incisivos a sospechosos, que te sientes con él en su bar de siempre para conversar con su ayudante Estévez, un aragonés que no soporta la ambigüedad gallega y que es el contrapunto ideal para ponerle un tono de humor a historias sobrias y detectivescas tras la que siempre hay un malo con el que dar. Domingo Villar relata y engancha como nadie siendo capaz de plantarte en el mismísimo Vigo sin salir de casa. Un viaje ideal para estos días en los que la única manera que tenemos de viajar es con los libros.