Se trata de una ruta recientemente creada, que se realizará de forma circular, partiendo y regresando a la Pola de Gordón, en un recorrido de apenas cuatro kilómetros y bien señalizado, con 180 metros de desnivel positivo.
Pese a la escasa distancia que se recorrerá, esta ruta tiene intensidad suficiente y no pocos atractivos, por lo que se hace muy recomendable, incluso dará a los caminantes la sensación de haber recorrido mayor distancia, ya que obligará a detenerse a leer el interesante y didáctico contenido narrado en los paneles explicativos que se van encontrando en el trayecto. También se va a pasar por un tramo más expuesto, para acceder a la boca de la cueva de Los Nombres, equipado con una maroma y alguna grapa de acero para facilitar el agarre, de las que se encuentran en las vías ferratas, y que aporta seguridad para su acceso, casi vertical, remontando las peñas calcáreas, donde también hay vías de escalada deportiva que han sido equipadas por escaladores locales.
El recorrido se hace a través de caminos y veredas, por las que se van a encontrar singularidades botánicas y geológicas, así como también vestigios de posiciones defensivas de la Guerra Civil, como un puesto de observación o trincheras con puestos de tirador, labradas en la roca a base de barreno, y cuya historia se describe en los paneles. Se pasará también por la cueva de Los Nombres, que da nombre a la ruta, y a la que se puede llegar a través de un acceso señalizado que remonta la pared, aunque su subida no es imprescindible ya que se ha de regresar de nuevo a la base de la roca para continuar la ruta. Continuaremos el sendero, en el que aun se van a encontrar restos de la cantera de Los Llanos, de la que se extraía piedra para la construcción y donde se pueden ver fósiles marinos, también la señalización nos indicará del desvío que encontraremos posteriormente y por el que se accederá al mirador de la Pola de Gordón, situado en un alto desde el que se divisa la localidad y las cumbres que la circundan.
Cuando se plantea la realización de una ruta junto a compañeros con discapacidad, y que no se ha llevado a cabo con anterioridad, es de suma importancia realizarla previamente por parte de expertos, que posteriormente, y tras analizarla, advertirán de los puntos más complejos y de los trazados más adecuados, a fin de facilitar la mayor información posible a los integrantes de la actividad colectiva, especificando qué partes del trazado son aptas para ser recorridas con la silla Joëlette y en el caso de las personas ciegas, o con discapacidad visual, cual es el sistema de guiado más adecuado para ser empleado en su realización, ganando así en seguridad y asegurando su disfrute.
En el caso del recorrido previo que se realizó en la ruta de la Cueva de los Nombres se pudo comprobar que salvo la subida a la cueva por el acceso a través de la roca, si se podría usar la silla adaptada, junto con un equipo de voluntarios cualificados, que deberán esforzarse en las rampas de ascenso y en algún otro paso más complejo, no ofreciendo problema en todo su recorrido para las personas con discapacidad visual, siempre que cuenten con un óptimo estado de forma física y sean guiados por montañeros experimentados mediante las técnicas de movilidad específicas.
La época adecuada para su realización sería en primavera y otoño, en el caso de hacerla en verano se recomendaría madrugar para evitar las horas de mayor calor, y en invierno se desaconsejaría con nieve o si los tramos de roca presentasen hielo o mucha humedad.
Debido a su intensidad, y pese al escaso recorrido que plantea, es conveniente llevar agua y bastones de senderismo, además del resto del equipamiento adecuado para cada época del año.
Esta ruta incrementa en número las ya existentes dentro del espacio que se comprende la Reserva de la Biosfera Alto Bernesga y es otro aliciente más para visitar esta parte de la Montaña Central, pudiendo complementarse con alguna otra actividad, no necesariamente montañera, a fin de completar una jornada en un entorno cercano y de incontables atractivos naturales.
Desarrollo de la ruta
En la calle de La Constitución de la Pola de Gordón, y ya cerca del cuartel de la Guardia Civil, se va a encontrar el panel descriptivo de la ruta y desde el cual se puede iniciar, ya que poco después, en dirección a la salida norte de la localidad, aparece la señalización que no va a abandonar en su recorrido, se trata de una señalización clara, compuesta de señales con madera, flechas, hitos y algún punto azul pintado en las rocas, que no dejará margen de error.
Se sale de la localidad a través de un paso subterráneo bajo la N630, accediendo a un lateral del cementerio, y a continuación, ya en el monte, por un ancho camino de subida a través de unas praderas que ascienden a la señalización de la ruta circular, por tanto, se deberá regresar a ese punto para volver al pueblo por el tramo ya recorrido.
Se inicia la ruta, en su tramo circular, en el sentido de las agujas del reloj, a través de un ancho camino que apunta en dirección norte, dejando por debajo la antigua quesería, la carretera y el polígono industrial.
Pronto se va a encontrar un cartel que indica que hay que cambiar el camino ancho por una vereda que sube ladera arriba, a la derecha, a través de la vegetación, en una dirección reforzada por la presencia de hitos y de gruesos puntos azules pintados en algunas piedras.
Así se llega al primer punto de interés de la ruta, leyendo el panel explicativo mientras se recupera el aliento tras la primera parte de la subida. Se trata de un puesto de observación de la guerra civil y que, sin duda, serviría para controlar el paso de la carretera de Asturias.
Continúa la ruta ascendiendo a través de un camino empedrado y esculpido en la roca, que vuelve a poner proa al sierro calizo, surcando la vegetación que se encuentra en su falda, por la que serpentea una vereda cómoda de caminar y que encamina ahora en dirección sur hasta cerca de su cresta, donde se encuentran los restos de las trincheras esculpidas en la roca y que se salvan por un estrecho y corto puente allí instalado. También se leerá un panel que habla de que la pequeña cueva que allí se encuentra era en realidad un polvorín de la contienda.
La senda es muy entretenida en todo momento, ya que en ocasiones discurre por un bosque de composición muy diversa, para llegar a la indicación de la subida a la cueva de Los Nombres, para lo que es necesario desviarse del camino y acceder a lo alto del sierro por un trazado algo expuesto y para lo que se han instalado unas maromas y agarres artificiales, a fin de dar confianza y aportar seguridad a quien quiera ir a visitarla.
Tras descender de la visita a la cueva de Los Nombres, la ruta continúa por el camino señalizado que llevará, en poco tiempo ya, a la parte superior del cargadero de la antigua cantera de piedra de construcción, donde existe otro desvío que parte del trazado principal y al que se vuelve posteriormente tras visitar el mirador de la Pola de Gordón, que se encuentra a solo 200 metros de allí, en subida por un ancho camino de piedra.
El mirador bien merece que se le dedique un rato, especialmente si se disfruta de un día despejado, ya que las vistas, tanto de la localidad como de las montañas que sobre ella se elevan, son verdaderamente espectaculares, y también conoceremos sus nombres atendiendo a las descripciones del panel interpretativo que allí se encuentra situado.
Volviendo al desvío del mirador se seguirá la indicación por la que se desciende a Pola de Gordón, en un camino dirección oeste, pasando al lado de los restos de un antiguo edificio que albergaba un transformador, y a través de un bosque de altas coníferas, por el que se llega al punto donde concluye el recorrido circular y, por el tramo del camino ya recorrido en su inicio, se regresa al punto de partida en Pola de Gordón.