El Marco de Vigo expone desde hace meses una muy completa exposición de Verbis, en la que se repasa su trayectoria, mientras que el Museo Barjola de Gijón ha inaugurado este sábado día 15 de junio otra exposición de Daniel Verbis con las últimas creaciones de este autor integradas en los espacios singulares del Museo.
Daniel Verbis es un artista universalmente reconocido que se ha convertido en un referente en la escena artística institucional. En el año 1992 presentó ‘Hoido’ en el centro de Arte Pallarés. En 1997, realizó una exposición individual muy importante en el Drawing Center de Nueva York. En el 1999 lo hizo en la galería leonesa ‘Tráfico de Arte’. Posteriormente ha expuesto en el Centro de Arte Contemporáneo de Burgos (2004); el MUSAC de León (2006); el Museo Patio Herreriano (Valladolid, 2013); y el presente año en el Museo de Arte Contemporáneo (MARCO) de Vigo, una exposición que acabará en agosto y otra en el Museo Barjola de Gijón, que seguirá hasta septiembre. En la Sala Provincia del Instituto Leonés de Cultura presentó hace un año su muestra La piel y lo que hay debajo de la piel. También en León hemos podido ver su obra en varias ocasiones en la galería Ármaga.
La exposición del Marco de Vigo es un recorrido por las distintas fases por las que ha pasado el trabajo creativo de Daniel Verbis, lleva el título ‘Deseando ser’, está comisariada por Miguel Fernández Cid y se puede contemplar en las salas de la planta baja del Museo.
En esta exposición se realiza un recorrido por el quehacer creativo e investigador del autor a lo largo de los últimos años. En la presentación se dice: «La exposición, pensada para los espacios de la planta baja del Marco, quiere potenciar las posibilidades que ofrece su arquitectura, con telas de grandes dimensiones, murales e instalaciones de objetos, creando un itinerario emocional refrendado por los collages y las obras sobre papel como una especie de material de archivo complementario. Su montaje y disposición buscan establecer diálogos entre los cuadros y las piezas realizadas en otras técnicas, de modo que se perciba que el eje de todas ellas es una concepción dinámica, orgánica y cambiante de la expresión artística; que la pintura es un organismo físicamente vivo y semánticamente poético, siempre en transformación».
El comisario comenta así la obra que se mestra: «Deseando ser alude al momento en el que las obras parecen detenerse ante nuestra mirada. Queda patente el gusto de Verbis por lo orgánico, por el juego, por el sentido doble, por el erotismo, por el orden; su capacidad para habitar procesos en transformación y su manera casi clásica de terminar los cuadros más recientes, de hacerlos rotundos pero nada impositivos». Por último el autor se refiere a ella de este modo: «En cualquier caso mi pintura, ahora, no debe verse sólo en profundidad, la ilusión del espacio la doy por descontada. Estos cuadros últimos, que son de gran formato, hay que verlos también en toda su extensión horizontal. Su planteamiento tiene que ver con una pintura que se desarrolla (o desenrolla, pienso en los biombos japoneses o en la pintura china en rollos de papel). El motivo se narra secuencialmente en un único plano, que puede ser tan extenso como se necesite. Y este planteamiento expandido puede aplicarse también a las piezas modulares». Esta exposición se podrá ver en el Marco de Vigo hasta el día 25 de agosto.
La muestra del museo Barjola de Gijón, comisariada por Laura Gutiérrez, se realiza en un espacio que ha tenido un carácter religioso, la capilla de la Trinidad y tanto a las formas como a su estructura, el artista ha adaptado su obra para mostrar a su modo su idea de la palabra, que es la base de su vivencia artística, como reconoce cuando la presenta: «El alma de las palabras se hace cuerpo, órgano, máscara... para que uno pueda asistir al espectáculo de las ideas encarnadas en la materia». La materia de la que habla el autor es variada y heterodoxa, no se ajusta a los materiales clásicos del Arte, utiliza la fotografía, el collage, vidrio, yeso, metal, alabastro, porcelana, espuma, resina, materiales que, con su trabajo, sufren manipulaciones diversas, como estiramientos torceduras, añadiendo o restando pinturas o cualquier otro proceso. En cuanto a los contenidos de las obras, los materiales se compaginan con las palabras y sus títulos dan a veces una pista de lo que el artista presenta, aunque nunca se sabe. Pues hay títulos a veces confusos o tal vez irónicos, aunque siempre hacen pensar a quien los contempla: «una nueva masculinidad», «el origen del mundo», «Estuche con lascivia interior» tienen una cierta relación con el erotismo, mientras que otros aluden al espacio en el que se desarrolla la muestra: «Corpus sponguisum en hornacina», «Bendita tú eres», aunque otras que no son tan explícitas pueden llevar mayores referencias a cualquier aspecto de los anteriormente citados.
Verbis presenta incompleto el significado de sus obras, para que se realicen múltiples lecturas de las piezas, interpretaciones que van creando diferentes polisemias que, de acuerdo con la mirada del espectador provocan múltiples posibilidades poéticas y estéticas de lo que el autor muestra al público. Las obras esperan en sus hornacinas, altares, arcos cegados, puertas u otros espacios a que el espectador dé, como con un chispazo, con la clave interpretativa, que puede ser poética, cultural, conceptual..., pero una clave, a fin de cuentas, que nunca ha sido impuesta por el autor.
Daniel Verbis finaliza así su comentario de la muestra: «Las obras presentadas pueden entenderse porque han sido hechas ex profeso para este lugar, pero, sobre todo, porque han sido concebidas pensando en la predisposición de los espectadores a dulcificar las desavenencias de lo extraño cuando éstas se muestran en un contexto reconocible. Pensar como el otro, ponernos en el lugar del otro, ver como el otro, es seguramente lo que salva el alma del artista. Penetrar (en) la carne del otro es, probablemente, aquello que le libra, que nos libra de la narcisista búsqueda de la propia identidad».
Además de las piezas que se exponen, el autor ha elaborado una pintura mural para la ocasión en el frontal de la capilla de la Trinidad como «Action painting», propio del artista y cuyo exponente mejor son sus obras murales que se han convertido en parte fundamental de su trabajo.
La exposición continuará hasta el día 1 de septiembre. Si van a Gijón no se olviden de ir a verla.