El artista leonés afincado en Vejer de la Frontera (Cádiz), David Colinas, acudió este martes al Museo de León donde expone desde el pasado 7 de noviembre y hasta el 10 de diciembre la muestra ‘Colinas de agua’, que recoge su producción pictórica más reciente, una treintena de pinturas sobre papel, cartón y lienzo realizadas entre 2016 y 2017 que suponen su vuelta después de un largo paréntesis de inactividad artística. «La pintura está siempre ahí», asegura Colinas cuando se le pregunta por su azarosa relación con el arte. «Vivir de la pintura es muy complicado a no ser que tu familia sea rica. En mi caso llegó un momento en que la situación se puso bastante crítica y me puse a trabajar en algo que me permitiera vivir dignamente. Ahora esto lo he conseguido y he vuelto a esta faceta, pero ya casi como hobby», reconoce el artista, que cursó estudios de diseño y publicidad y mantuvo una intensa actividad pictórica durante casi 15 años que le permitió tan solo sobrevivir y cuando la situación económica se volvió un tanto dramática decidió volver a León donde desarrolló una serie de actividades que tampoco le aportaron la estabilidad necesaria, decidiendo entonces establecerse en Madrid y más tarde en Cádiz, donde finalmente se produjo un retorno del que tuvimos constancia en la exposición del pasado mes de junio en la galería Ármaga y ahora con la muestra del Museo de León. «Nadie me convenció de volver, sino que se produjo de una forma natural. Cuando la situación se volvió más relajada me fui a vivir a Cádiz, monté allí un estudio, me puse a pintar y este es el resultado de los tres últimos años», confiesa Colinas.
Todavía me sorprendo de haber podido continuar en el mismo punto donde lo dejé La relación con la pintura en la actualidad «es de felicidad total», reconoce el artista leonés. «Como ya no dependo de ella, hago lo que me da la gana y ahora disfruto pintando», asegura David, para quien ese periodo de quince años de inactividad no le ha pasado factura. «Todavía me sorprendo de haber podido continuar en el mismo punto donde lo dejé», asegura este pintor que se mueve entre el expresionismo abstracto y la pintura automática, «aquella en la que no hay una intermediación, no existe un pensamiento previo para organizarla, sino que al final es tu situación vital. Ahí hay un proceso digamos intelectual, no se sabe cómo, y sale algo, pero no se sabe por qué. Yo creo que las cosas te entran o no te entran, te llegan o no te llegan». Sobre la agresividad que transmiten a primera vista sus pinturas, Colinas sostiene que «hay que verlos varias veces. La primera vez te chocan, pero te acaban gustando».
David Colinas: "Mi relación con la pintura ahora es de felicidad total"
El pintor leonés afincado en Cáliz expone actualmente en el Museo de León lo más reciente de su producción pictórica en la muestra ‘Colinas de agua’ que podrá visitarse hasta el próximo 10 de diciembre
14/11/2017
Actualizado a
16/09/2019
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