La trayectoria de David Pastor da pistas suficientes para asegurar que no se trata de un músico acomodadizo, a merced de los vaivenes de la rutina y la convención, y sí de un profesional vocacionalmente abierto que ha experimentado numerosas sendas para satisfacer una necesidad que le viene de siempre y que le convierte sin duda alguna en uno de los grandes representantes del jazz nacional. Formado en la clásica y el jazz, géneros en los que se ha aplicado con indiscutible virtud, este trompetista y fliscornista valenciano también ha participado de los caminos insondables del oficio poniendo su talento al servicio de músicos de variedad tan aplastante como Presuntos Implicados, Sole Gimenez, Michael Bubble, Armando Manzanero, Celia Cruz, Lucrecia, Martirio, Seguridad Social, Lolita, Jaime Urrutia, o Fundación Tony Manero, por citar algunos. Nu-Roots, su proyecto más personal y el que le permite afrontar las posibilidades creativas que le ofrece el jazz, le ha permitido enredarse en numerosos experimentos sonoros y tender toda clase de puentes entre el jazz y otros referentes musicales.
Lleva años centrado en su particular caracterización y muchos de los logros por los que el jazz español le reverencia han nacido precisamente en ese laboratorio de ideas que le supone Nu-Roots, el trío con el que hoy, en el Claustro de San Isidoro (21 horas; entrada gratuita con invitación), participará en el Festival de Jazz ‘León, cuna del parlamentarismo’. "Sin duda alguna, Nu-Roots me permite ofrecer mi punto de vista más personal recogiendo todos los elementos que tengo a mi alcance", asegura un David Pastor que viaja a León acompañado por el pianista y teclista José Luis Guart y el baterista Pere Foved para dar cuenta de una labor que se ha ido cociendo a fuego lento a lo largo de los años y donde el jazz da un nuevo hervor al condimentarlo, tomando como punto de partida su tradición más genuina, con otros géneros musicales. Parte de la producción discográfica de Pastor, realizada para el sello Omix Records (dirigido por Ximo Tébar, mañana también de paso por San Isidoro), ha sido concebida al amparo de la etiqueta de Nu-Roots, un grupo que ahora emprende nueva etapa con la incorporación de Foved en lugar de Tony Pagés y que se ha beneficiado siempre del dilatadísimo bagaje musical de sus componentes. "Hemos estado en mil escenarios y no nos hemos querido perder nada. Eso nos ayuda a crear nuestra música".
Hay que tener una mentalidad abierta, ser consciente de que cualquiera puede enriquecerte
Del jazz le atrajo (y le sigue fascinando) «la desnudez del músico sobre el escenario» y la "posibilidad de expresar cómo me siento en cada momento". Se refiere a esos instantes que inspiran el trabajo del músico y de los que se ausenta cualquier atisbo de corsé. El jazz es una sucesión de momentos insospechados que centrifugan la energía de su promotor. "Me encanta no saber qué va a pasar". Desde luego, los clásicos constituyen su gran referente y el motor que le impulsa creativamente. Luego, se vale de otras fuentes nutrientes para consolidar su propuesta creativa. "Mi personalidad se define por toda la música que he escuchado. Todo lo que me ha gustado se ha quedado ahí guardado. Soy como un viajero que se mueve por muchos sitios y de cada uno de ellos se trae algo". Impresiona el nombre de algunos de los músicos con los que ha compartido escenario David Pastor desde que se iniciara en la música siendo un chaval: desde el legendario Clark Terry, con el que vivió una sesión de ensueño, a nombres tan imprescindibles como Chris Cheek, Paquito D’ Rivera, Frank Wess, Pat Metheny, Bob Mintzer, Danilo Pérez, Giovanni Hidalgo o Donald Harrison. "Tocar con gente así ha sido mi mejor escuela. Hay que tener la mentalidad abierta, ser consciente de que cualquiera puede enseñarte y enriquecerte". "Creo que la trompeta me eligió a mí". Su primera elección fue el fagot pero el romance no acabó de cuajar y se dejó seducir por la trompeta, un instrumento que destacaba soberano en las grabaciones de su padre y las que accedía pasmado el pequeño David. Le encanta el escenario, "si subo a uno es para pasarlo bien", y huye de personalismos y liderazgos mal entendidos. "Nu-Roots es una historia que me ha venido siempre muy bien. Es de compartir. Somos una banda de tres músicos donde cada uno aporta lo suyo", indica este músico valenciano que ejerce la docencia en la Escola Superior d’Estudis Musicals Taller de Músics de Barcelona, donde ha tutelado a algunas de las nuevas generaciones de músicos de jazz españoles, como Eva Fernández, la cantante y saxofonista catalana de origen maragato, en cuyo disco ‘That Darknes’, ha oficiado como intérprete, arreglista y compositor. "Llevo ya mucho tiempo en esta profesión y aun así mi capacidad de asombro se mantiene intacta", asegura David Pastor, que alterna su trabajo como instrumentista con el de compositor. "Somos la misma persona. Lo que compongo tiene mucho que ver con cómo lo voy a tocar y con cómo soy yo", concluye.
David Pastor: "Me atrae la desnudez del músico sobre el escenario"
El trompetista y fliscornista valenciano participa al frente del trío Nu-Roots en el segundo concierto del Festival de Jazz ‘León, cuna del parlamentarismo’ que se celebra este viernes en el claustro de San Isidoro
23/09/2016
Actualizado a
17/09/2019
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