David Puente: "La envergadura de este pico es de un ocho mil"

El montañero leonés junto al berciano David Rojo y al burgalés Rober Rodrigo afrontan en las próximas semanas la ascensión al Pico Comunismo o Ismail Samani, que con sus 7.495 metros de altitud es la montaña más alta de la antigua Unión Soviética

Joaquín Revuelta
25/07/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Los montañeros leoneses David Puente y David Rojo en la expedición del año pasado en Bolivia.
Los montañeros leoneses David Puente y David Rojo en la expedición del año pasado en Bolivia.
David Puente y David Rojo son los montañeros leoneses que junto con el burgalés Rober Rodrigo afrontarán la ascensión al Pico Comunismo o Ismail Samani, de 7.495 metros de altitud, que es considerada la montaña más alta de la antigua Unión Soviética en una expedición presentada el 19 de julio en el bar La Rinconada y que lleva el nombre de ‘El leopardo de las nieves’, en alusión a un premio soviético de montañismo que se concedía a aquellos que ascendían las cimas más altas de la Unión Soviética, bautizadas con los nombres de Lenin (7.134 m.), Khan Tengri (7.010 m), Korzhenevskaya (7.105 m.) y el ya citado Pico Comunismo o Ismail Samani (7.495 m).

La idea de llevar a cabo esta empresa surgió justo hace un año, cuando Puente y Rojo se encontraban haciendo los picos principales de la Cordillera Real boliviana, como el Sajama, el Illimani o el Huayna Potosi que superan los 6.000 metros de altitud. «Allí conocimos en la montaña más alta a los dos miembros de esta expedición, Isabel García y Rober Rodrigo, si bien finalmente Isabel no nos podrá acompañar debido a una lesión de rodilla que hace desaconsejable el viaje», comenta el leonés David Puente, que recuerda que la idea partió del montañero burgalés, que ya tenía experiencia en la subida a las cumbres del Pamir, al haber llegado a lo más alto del Lenin, Khan Tengri y Korzhenevskaya, quedando solo pendiente el Pico Comunismo, también conocido con el nombre de Ismail Samani, en homenaje a un famoso emir, que es la cumbre más elevada de Tayikistán y que en las próximas dos semanas piensan acometer los tres expedicionarios. «Tanto Rojo como yo llevábamos tiempo con la idea de lanzarnos a por un siete mil y aunque nuestra intención era empezar por una cumbre más sencilla, Rober nos convenció de formar un equipo que aunara su experiencia sobre el terreno y las ganas nuestras de iniciarnos en este tipo de cumbres, un reto que vamos a afrontar sin la ayuda de bombonas de oxígeno, por eso la importancia de aclimatarnos a la zona».

En helicóptero al campo base

Sobre la dificultad que ofrece la ascensión al Pico Comunismo o Ismail Samani, Puente asegura que «son montañas cuya envergadura se asemeja a los ochomiles, por lo que se hace necesario montar diferentes campos y tener un cuidado extremo con las frecuentes avalanchas», reconoce este montañero que junto David Rojo abandonarán León este miércoles para coger en Madrid un vuelo que les llevará a Estambul y de la capital turca otro que les acercará a Dusambé, la capital de Tayikistán.

Desde una localidad cercana un helicóptero transportará a los expedicionarios hasta el campo base donde iniciarán el proceso de aclimatación. La idea es asaltar la cumbre en quince día, pero si sugieran complicaciones disponen de diez días más para alcanzar el objetivo, días que si todo va según el guión previsto aprovecharían para subir igualmente el Kozhenevskaya, de 7.105 metros, que cuenta con el mismo campo base que el Ismail Samani. «Ten en cuenta que si ya estás aclimatado al entorno, eso que ya tienes ganado. Pero todo depende de que no lleguemos fundidos del Pico Comunismo», reconoce Puente, que quiere destacar que al contrario de otras expediciones similares la suya no está organizada de principio a fin por ninguna empresa. «Tenemos una logística mínima referente al aeropuerto y el servicio de helicóptero para llegar al campo base. Todo lo que tiene que ver con la ascensión corre de nuestra cuenta. «Allí hay servicios de meteorología y un médico al que también tenemos derecho, pero la manera de acometer la subida o la ruta a seguir es decisión nuestra y de nadie más», destaca el montañero leonés, que desde el punto de vista económico asegura que la expedición no sale muy cara si se dispone ya del material necesario. «La logística para ir allí, que te incluye el permiso, el helicóptero y la estancia en el campo base, cuesta alrededor de 1.200 dólares. Eso para una montaña de casi ocho mil metros no es dinero, porque ten en cuenta que la escalada de los ocho miles cuesta de 20.000 euros en adelante y en el caso del Everest ronda los 50.000 euros. Esta montaña no es cara para la altura que tiene. Respecto al material, me faltaban por comprar algunas cosillas, pero para eso está Internet ahora, para economizar», sostiene David Puente, que se muestra muy ilusionado de poder afrontar por primera vez una montaña de más de siete mil metros de altitud. «Yo ya he hecho varios seis miles tanto en Bolivia como en Perú y creo que estoy preparado para dar el salto a este siete mil, que además es una montaña espectacular y no demasiado transitada», asegura este amante del alpinismo, cuya pasión le fue inculcada por su tío Ricardo Puente cuando a los 8 años le llevaba de excursión por la provincia, si bien no fue hasta los 19 o 20 años cuando comenzó a tener ese grado de motivación que hoy le lleva a conquistar su primer siete mil.
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