David Riesco, bajo y voz de Mezcal, comenta que a pesar del tiempo transcurrido ‘Madre de buitres’ se presenta por primera vez en público en la ciudad que les ha visto nacer. «Desde que se grabó en 2019 el disco ha estado guardado y aunque hemos subido alguna canción a Internet, a la venta se pondrá este sábado coincidiendo con el concierto». En este sentido cabe mencionar que el precio de la entrada es de 8 euros y de 12 euros con la compra del compacto.
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David Riesco considera que lo más difícil en un grupo es ser auténtico. «Cuando empiezas a tocar siempre tienes influencias de mucha gente y tiene que pasar mucho tiempo y muchas horas de concierto hasta lograr tu propio sonido, que es lo que te va a dar tu verdadera identidad como grupo. Sigue siendo Mezcal, aunque pienso que este último disco puede ser un poco más sureño, más rockero», destaca el cantante y bajista de la formación, que reconoce que en Mezcal «siempre hemos estado al pie del rock de los 70 y el metal».
Sobre el funcionamiento del grupo respecto al proceso creativo, David Riesco comenta que comparten todas las ideas que puedan surgir a cada uno de sus componentes, incluso cuando están durmiendo y de repente necesitan coger la guitarra y plasmar esa idea aparecida en un sueño. «Cuando componemos generalmente llegamos al local con un riff y a partir de ahí la banda va tirando hasta que sale la canción. No compone solo una persona, componemos todos, incluso con las letras lo hacemos todo en común», señala el bajista, para quien la melodía es siempre el inicio de un largo proceso creativo en el que la letra se incorpora algo más tarde y llega inspirada por mil evidencias, por la vida misma. En este sentido el título ‘Madre de buitres’ hace alusión a la percepción pesimista que el grupo tiene de la sociedad que hemos construido. «Creo que cada vez hay más buitres y lo peor es que cada vez hay más madre de buitres. Creo que con esto damos a entender lo que pensamos de la sociedad», destaca Riesco, que también quiere dejar constancia de que en el disco también hay canciones de amor, de desamor, de carretera y que no nos hallamos ante un disco conceptual que siempre habla de lo mismo. «El rock es algo divertido donde no tiene cabida la política», sostiene el bajista de Mezcal, un grupo que seguirá tocando en la capital hasta finales de año con actuaciones que se desarrollarán en locales del Barrio Húmedo como el Babylon o el Black Bourbon y en San Froilán en el Palacio de Exposiciones.