David Rubio: "El periodismo consolidó la vocación literaria de Pereira"

La Fundación Sierra Pambley servirá este jueves de escenario a la conferencia del periodista, escritor y director de La Nueva Crónica, David Rubio, en la que analizará la menos conocida faceta periodística del poeta y gran cuentista Antonio Pereira.

La conferencia, que ha organizado la Fundación Antonio Pereira de la Universidad de León en colaboración con la Fundación Sierra Pambley, dará comienzo a las 20:00 horas y el acceso a la misma es libre hasta completar el aforo.

David Rubio explica que actualmente se encuentra realizando el doctorado sobre la literatura oral bajo la supervisión de la profesora de la ULE, Natalia Álvarez, y a su juicio el villafranquino Antonio Pereira era uno de los grandes maestros de esta modalidad. El hecho de que Álvarez dirigiera el congreso internacional sobre la figura del escritor apócrifo Sabino Ordás, que tuvo lugar el pasado mes de octubre, le dio la oportunidad de participar en el mismo con una comunicación sobre Pereira, que se centró en su faceta periodística por recomendación de Francisco Flecha, a la postre patrono de la Fundación Antonio Pereira de la ULE. «Me puse a investigar todos los artículos en prensa de Pereira para hacer una comunicación de quince minutos en el marco de aquel congreso. Recuerdo que durante la exposición estaban presentes algunos patronos de la Fundación y allí surgió la idea de la conferencia de esta tarde», comenta Rubio, para quien Pereira no ejerció en exceso el periodismo, como se demuestra en los cerca de cuatrocientos artículos –la mayoría de opinión– que escribió a lo largo de su vida, y en los que no entró demasiado en la política para quedarse más bien en un análisis de los cambios sociales y en los que se lamentaba de la pérdida de ciertos valores. «Algunos de ellos tienen un carácter premonitorio, como el titulado ‘Barcelona, un domingo con bandera’, aunque en realidad se refería a los emigrantes que llegaban a la ciudad para buscarse la vida», señala.

El periodismo ha sido un tema recurrente en muchos de los relatos y cuentos que escribió Antonio Pereira En opinión de David Rubio la faceta periodística de Pereira es destacable, más que por los artículos en sí mismos, por la importancia que tuvo en su vocación literaria. «Con tan solo 13 años Pereira se convirtió en corresponsal del Diario de León en Villafranca del Bierzo. Además, un tío suyo, dueño de la única imprenta que existía entre Ponferrada y Lugo, le permitió el acceso a los talleres y allí entró en contacto con los libros, algunos de ellos clandestinos, y sobre todo con publicaciones menores que dejaban una parte para colaboraciones literarias, lo que Antonio Pereira aprovechó para publicar sus primeros escritos», destaca Rubio, que sin embargo reconoce que el villafranquino no empieza a escribir con regularidad hasta cumplidos los 40 años, dedicándose en ese largo periodo a atender el negocio familiar.

El director de La Nueva Crónica destaca las colaboraciones de Antonio Pereira con La Vanguardia Española, gracias a la mediación de Ramón Carnicer, que se prolongan durante 15 años. «Se trataba de una sección titulada ‘Oficio de mirar’ en la que llegó a publicar cerca de 300 artículos, columnas de opinión al uso en las que defendida las pequeñas provincias o se lamentaba de las costumbres que se estaban perdiendo por una insultante modernidad, para ir decantándose cada vez más por asuntos relacionados con la actividad literaria».

Además del papel que el periodismo ejerció en la consolidación de su vocación literaria o de sus colaboraciones con periódicos como La Vanguardia Española, Diario de León o La Hora Leonesa, Rubio concede una gran importancia al hecho de que el periodismo también sirvió de argumento, origen y desenlace para muchos de sus relatos. «A Pereira lo descubrí a raíz de la película ‘El filandón’ y en el cuento titulado ‘Las peras de dios’, la trama se va a ver alterada por una noticia publicada en el diario ABC. El periodismo ha sido pues un tema muy recurrente en muchos de los relatos de un escritor que llevó la ironía y la socarronería a todo lo que escribió».