De cómo la mejor cerveza de España se hace en una mina de Laciana

La cerveza artesanal 1270 se fabrica en las instalaciones del Pozo Lumajo de Villaseca

Fulgencio Fernández
19/01/2020
 Actualizado a 19/01/2020
Juanjo Villanueva en medio de los dos símbolos de la empresa 1270, la cerveza artesana y la memoria minera. | MAURICIO PEÑA
Juanjo Villanueva en medio de los dos símbolos de la empresa 1270, la cerveza artesana y la memoria minera. | MAURICIO PEÑA
La sensación es muy extraña al entrar en la fábrica de cerveza artesana 1270. Ves las modernas máquinas, tanques de aluminio casi nuevos, embotelladoras... pero toda la nave está llena de motivos mineros, pronto descubres que aquello fue el cuarto de aseo de una vieja mina.

- Concretamente del Pozo Lumajo de Villaseca, con más de cien años de historia pues fue uno de los primeros en explotarse en Villablino; explica Juan José Villanueva, uno de los dos empresarios que puso en marcha este proyecto, junto a Abel Díaz, hostelero de la comarca.

Lo curioso del joven Villanueva es que después de abandonar el valle, vivir en Oviedo y en el sur, se afincó en Panamá, ya que su mujer es hispano-panameña, y en un momento dado decide regresar a Villablino, su tierra, para poner en marcha este proyecto. «Con ojos de empresario no lo entenderás, pues vivo en el avión y es evidente que como negocio funcionaría mucho mejor en un Polígono Industrial de León... sólo lo podrás entender bajo la mirada del apego emocional, que es el que lo mueve todo. Ocurre mucho que sólo valoramos nuestra tierra cuando nos vamos, cuando vivimos lejos. A mí me ocurrió con Villablino».

Esta expresión del apego emocional la repite Villanueva con frecuencia, con el apellido de «es un proyecto social pensado para crear puestos de trabajo en mi tierra, allí donde tantos se destruyeron con el fin de la minería». Y sonríe al decir que «curiosamente el único pozo en producción de todo Laciana y León es el 1270, aunque no produzca carbón sino cerveza».

Bien es cierto que en el horizonte, con la mirada puesta a diez o doce años esta fábrica de cerveza será aún mucho más minera que hoy. «Ten en cuenta que compré más de 30.000 metros cuadrados de mina, más bien de ruina y hay que ir poco a poco. Habrá un pozo visitable, tal y como era cuando producía carbón, habrá una cerveza que se producirá en el interior de una galería... pero poco a poco, que no se puede correr antes de andar, al margen de los permisos, que ésa es otra».

Y explica Juan José Villanueva eso que él llama el apego emocional. «En esta mina trabajaron mis dos abuelos, trabajó mi padre y yo le quiero dejar este legado a mis hijos, esta mina de tradiciónfamiliar, de ahí el lema de la empresa que puede leerse en la etiqueta: las leyendas nunca mueren».

Un lema que está muy presente en un cuadro con el que te encuentras nada más entrar al cuarto de aseos que hoy es cuarto de producción, un gran panel «con placas en los que se pueden leer los nombres de los mineros muertos en estas explotaciones y que también iban en las etiquetas de las primeras cervezas que salieron de la fábrica».

No fueron nada fáciles los inicios en este lugar que llevaba abandonado veinte años y en el que, además, «Entre amigos de lo ajeno y los enemigos de todo estaba todo bastante destrozado, no había ni agua, ni luz... la inversión no fue pequeña y seguimos en ello».

La mina, el cierre, el abandono, la cerveza y el futuro conviven mientras vas recorriendo las instalaciones. Las típicas botas de goma de los mineros esperan en una esquina mejores tiempos, las perchas que se han salvado a que vuelvan a colgar del techo, los cascos a que alguien loes vuelva a poner que, dice Juan José Villanueva, volverá a pasar. «El proyecto lo tenemos claro, ya hemos hablado con viejos mineros que pondrán en marcha las instalaciones, que las enseñarán... y, te digo una cosa, una de las historias más emotivas para mí es precisamente escuchar a los viejos mineros, sentirme orgulloso de ver que han dejado de hablar de la tristeza del fin de la minería para hablar de esta cerveza minera».

Una cerveza que, no lo olvidemos, tiene una faceta emocional y afectiva pero también empresarial. «La verdad es que no nos podemos quejar de la faceta industrial si pensamos que solo llevamos tres años y «nunca vamos a olvidar el día que empezó la producción, fue cuando se quemó Nôtre Dame (el 16 de abril de 2019)». Aquella primera producción fue de cerveza lager (rubia) y esta misma semana empezó una nueva variedad, la tostada. «Iba a salir para Navidad pero no estábamos seguros del sabor y hasta que no está como la queremos al 100% no la sacamos».

- ¿Cuánta producís?
- Ahora 9.000 litros al mes. Tenemos muchos pedidos, para más litros perohay que caminar antes que correr.

Y parece que caminan bien pues con tan poco tiempo en el mercado ya han sido elegidos como la Mejor Cerveza Artesana de España. «La verdad es que fue una verdadera pasada con tan poco tiempo en el mercado y más si tenemos en cuenta que la elige quien la consume, han sido losinternautas que nos dieron más de18.000 votos, increíble».

- ¿Y el secreto?
- Creo que el sabor, hemos acertado. Es una cerveza muy próxima a los sabores tradicionales pero con más calidad, con esealma lacianiega que la industrial no tiene. Es una cerveza muy bebible.
- ¿Y el extraño nombre 1270?
- Más Laciana. Es el año en el que Alfonso X concede el fuero o Carta Puebla de Villablino; la misma filosofía de la empresa, mirar hacia el futuro sin olvidar jamás de dónde venimos, la tierra del abuelo.
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