Sorprendela vitalidad y la actividad que aún mantienen las cofradías del Valle de Sabero, una comarca en la que la actividad minera se acabó ya hace casi treinta años, en 1991, con el cierre de la empresa Hulleras de Sabero y Anexas, ‘la empresa’ como dicen siempre quienes trabajaron en ella, y es que era prácticamente el monocultivo de aquella comarca.

Tres de ellas pasan, y bastante, de los cien socios y la de La Ercina está muy cerca, por lo que «nos encontramos con que en la actualidad hay unos 500 socios de cofradías vinculados a la minería; sin que se hayan planteado nunca desaparecer pese a los terribles momentos que ha vivido el Valle; es como si nos aferráramos a nuestra historia minera», explica Goyo Blanco, quien al frente de la cofradía de Cistierna mantiene otras muchas actividades para que no muera la memoria minera de aquellas tierras. «En las fechas cercanas a Santa Bárbara nos vestimos de mineros, con los monos, las lámparas... y visitamos los colegios, les llevamos unos regalos, les explicamos lo que fue la mina, donde trabajaron muchos parientes suyos, sus padres y abuelos en muchos casos, y organizamos un concurso dedibujo y escultura, que exponemos después en una sala de la iglesia anexa a donde nosotros tenemos y cuidamos la Capilla de Santa Bárbara». A ello hay que sumar, como en las otras cofradías, las celebraciones vinculadas a la festividad de la patrona: «La procesión vestidos de mineros, la comida de hermandad, el recuerdo a los fallecidos en el años y todas esas cosas que se repiten en tantos lugares».
Enrique Blanco recuerda y añora aquellos tiempos en los que la celebración de Santa Bárbara «era la fiesta más importante del año; sin duda», y para ilustrarlo, al margen de otras muchas actividades recuerda los conciertos que se celebraron para esta fiesta. «Por aquí vino Karina, cuando era una figura con El baúl de los recuerdos y Eurovisión; también estuvo Francisco, que tenía mucha fama; pero el que más gente trajo, que no había ni donde aparcar ni nada fue Manolo Escobar, vino gente de toda la provincia... era un tipo muy salao, muy cercano».
- ¿Y la pasta?
- La empresa. Y la cofradía, que cuando hay, hay para todo.
Ahora ya no hay. Quedan «los truenos» y el recuerdo de muchas historias vinculadas a la fiesta de la minería y recogidas en una gran exposición temporal que puede visitarse en el MSM, en la que se suman las imágenes presentes en templos de cuencas mineras con mujeres que se llaman Bárbara o la figura que inspiró a escritores y artistas, de Julio Llamazares a un Lolo que deja muy clara la realidad de la mina.