La ruta es larga y las visitas a los lugares interesantes la retrasan algo, por ello hay que hacerla con tiempo e ir preparados por si cae la noche.
Cabe agradecer a Alberto Álvarez Ruiz que ha servido como guía con su libro de editorial la Calecha ‘El Bierzo 50 rutas a pie’, concretamente en la llamada de ‘Entrepeñas’, que es el desfiladero que vapor debajo de la última parte de la ruta, además de las numerosas aportaciones de otros caminantes y blogueros. Además hay que hacer mención a Juan Manuel y el grupo de cuevas rupestres de Librán que las han preparado para poder visitarlas un poco más cómodamente y las cuidan y defienden de posibles saqueadores o vándalos.
La ruta
La ruta se inicia en la hermosa localidad de Librán, concretamente al lado de la iglesia, donde existe un buen lugar para aparcar. Se sigue camino abajo para más tarde ir hacia la derecha hasta la parte baja del pueblo y de allí a la izquierda por una estrecha carretera hasta llegar al puente sobre el río Primout. Un poco después se pasa al lado de un merendero y posteriormente una fuente desde donde se sigue por la derecha para ascender a continuación hacia una collada donde se pasa al otro valle siguiendo por el mismo camino hasta llegar a un soto de castaños llamado Campa de Mallo. Poco después, pasado un pequeño reguero antes de iniciarse una zona rocosa, se sale del camino y se sube monte arriba por una zona sin vegetación, para luego ir hacia la izquierda por debajo de las rocas subiendo una vez pasado un estrechamiento hasta una oquedad en la roca llamada la Cuevona. En unas lajas cercanas hay pinturas rupestres. Por el mismo camino de subida se desciende volviendo al camino hasta que se llega a un estanque entrando en un sendero para acercarse a la cascada del Cervezón, una bonita caída de agua de las varias que se pueden visitar en tierras bercianas.

Bajando este sendero se llega al ‘Furacón de los mouros’, una oquedad con pinturas rupestres muy bien conservadas y protegidas por una red metálica, desde donde se pueden ver y hacer fotos procurando no sobrepasarlas.
Una vez contempladas las pinturas esquemáticas se sube por el mismo camino siguiendo las modestas barandillas de cable de acero que pueden servir muy bien para que no se pierdan los visitantes.
Llegando al final solamente hay que seguir el cortafuegos cuesta abajo, un cortafuegos largo y pindio que llega a la priemra collada inicial, y desde allí por el mismo camino se baja al río Primout y se sube de nuevo a Librán donde finaliza la ruta.