De viaje sin salir de Ordoño

El post-pregón trajo el inicio de la Feria del Libro, en su nueva ubicación en Ordoño II y cercanías. La mañana estuvo muy concurrida, con la ayuda de la céntrica ubicación, el sol y el gancho de los autores que ayer se dieron cita. En la tarde se nubló, algo inherente a esta fiesta de la literatura, y la amenaza de la tormenta que viene a la feria por contrato hizo desistir a algunos, pero tampoco estuvo mal.

Tres nombres son los protagonistas que nos propone la feria para este domingo, Valentín Carrera, Juana Adcock y Jon Bilbao; tres lugares de origen, el Bierzo, México (por videoconferencia) y Asturias; tres géneros, el ensayo, la poesía y la novela. Tres viajes a tres mundos sin moverse de Ordoño.

Lo de Valentín Carrera es un viaje muy cercano pues propone a los lectores y lectoras un viaje literario por la ciudad de León a comienzos del siglo XIX, con textos de Enrique Gil y Carrasco que se complementan con grabados y fotografías de la época, así como la reproducción facsímil de artículos originales. Se titula la obra León pintoresco, Enrique Gil y León (Paradiso Gutenberg, 2021), y Carrera, columnista de este periódico estaráacompañado del director de La Nueva Crónica, David Rubio, y la concejala de cultura, Evelia Fernández.

Un nuevo volumen de la ‘Biblioteca Enrique Gil’ que pretende reivindicar la figura del escritor y diplomático leonés, mediante este libro que «nos acerca al imaginario de la capital leonesa hacia 1837, cuando Gil visita León».

Adcock explica que su poemario versa sobre la guerra contra las drogas en México, es «una búsqueda del lenguaje por medio de la poesía, al enfrentar el inmenso dolor y la pérdida de una situación incomprensible».

Y cierra la jornada, de autores ‘presentes’, un encuentro con el escritor Jon Bilbao (Ribadesella, 1972), quien presentará Basilisco (Editorial Impedimenta, 2020) una novela que transita la frontera entre los géneros, mezclando lo clásico con la cultura popular a través de una prosa perturbadora y poderosa. «Una propuesta bastante personal, un ejercicio de estilo a medio camino entre el relato, la novela, la realidad y la ficción», explica el propio Bilbao.

La otra parte, la imprevista, la pone el cielo, ya se sabe.