
Las chimeneas no siempre eran lo suficientemente grandes para que una persona adulta entrara a limpiar. En la Europa Occidental se comenzó a hacer chimeneas considerablemente mayores a partir del siglo XV, para permitir que los limpiadores profesionales, los deshollinadores, pudieran hacerlo; de esa manera, se contrataba a niños de hasta siete años de edad por su baja estatura y su poco peso para entrar en esos espacios tan reducidos. En 1864, la Casa de los Lores declaró ilegal el contrato deniños como Deshollinadores. MientrasEuropa ha entrado en la revolución industrial, la demanda ha seguido aumentando. Un gran número de deshollinadores trabajaban en las ciudadesrealizando esta función. Para entrar por las chimeneas, solían ser pequeños y ágiles (muchos de ellos eran niños) y frecuentemente iban semidesnudos para evitar quedar enganchados por la ropa en el interior del estrecho conducto. El contacto constante con el hollín y las sustancias derivadas de la combustión del carbón y de la madera les predisponía a padecer con frecuencia una úlcera, un cáncer del escroto… La verruga del hollín, con lavarse el tizne de vez en cuando, esa terrible enfermedad no existía. La piel del escroto, se manifestaba a veces tardíamente, pero uno de cada cinco niños la padeció trabajando de Deshollinadores. Fue descrito por primera vez por Percival Pott. Se trataba de la primera vez que se describía un cáncer producido por un determinado trabajo profesional. Percival Pott (1714-1788) fue un importante cirujano inglés. Le llamó la atención la localización y que todos fueran del mismo oficio.Así llegó a la conclusión de que el hollín acumulado en la ropa interior y el gran poder de absorción de sustancias de la piel del escroto propiciaba este mal. La profesión de deshollinador se iniciaba en Inglaterra desde la infancia, lo que le hizo sospechar que pasaba cierto tiempo desde la exposición al hollín y el desarrollo de la enfermedad. La observación de los efectos del humo de las chimeneas le hizo desconfiar del humo del tabaco y alertó sobre su posible peligro.A partir de esta observación, Pott describió gráficamente las penosas condiciones en que trabajaban estos obreros, que requerían que los niños escalaran por estrechas chimeneas todavía calientes. A pesar de su insistencia, las disposiciones legales sobre el trabajo de los niños en este sector no llegaron hasta 1840, año en el que se prohibió que los menores de 21 años trabajaran limpiando chimeneas. Aunque la sanción por incumplir la ley era muy escasa, y se siguió explotando a los niños deshollinadores hasta que en 1875, entró en vigorotra ley más rigurosa, acabando con la práctica de contratar niños para este menester.
La presencia de los Deshollinadores en el arte y la literatura no es abundante, pero sí llena de encanto. El personaje del deshollinador ha sido reflejado en la literatura por muchos autores, en especial en la literatura victoriana, como en la obra de Charles Dickens, ‘Oliver Twist’(1838), en la que se aprecian las duras condiciones de su vida, al igual que en, ‘Los niños del agua’, un cuento de hadas para un niño en tierra (1863) del reverendo Charles Kingsley; asimismo en la obra del poeta William Blake, ‘Canciones de inocencia y de experiencia’ (1789)…El deshollinador más conocido popularmente es ‘Bert’, un personaje interpretado por el actor Dick Van Dyke en la película ‘Mary Poppins’, quien cantaba el tema ‘Chim, Chim, Cher-ee’.Y para ir cerrando este oficio tan mal pagado y tan olvidado, qué mejor que hacerlo con la tradición como parte importante. Por lo visto es un símbolo de buena suerte, al ser considerados los protectores del fuego y del hogar. En buena parte del norte de Europa se tomó como tradición el vestirse de deshollinador con su uniforme limpio de los domingos y acudir contratado por alguna pareja que iba a casarse. Su cometido iba desde acompañar a la novia un trecho del camino hacia la iglesia o darle un beso para transmitirle felicidad en el matrimonio. Si te encuentras uno por la calle es síntoma de buen augurio. Muchos deshollinadores se encontraban con nidos de pájaros, enjambres de abejas y avispas, también velutinas… en un caso, hasta salía la miel por el tiro de la cocina abajo… y no era en la nuestra chimenea… ¡hay que fastidiarse!