"Dice el Principito, la autoridad debe residir en la razón"

Raúl Gómez, creador de Fabularia Teatro, es un clásico de la escena en la Comunidad y un inquieto creador y resistente de esos que sólo se dan en el teatro. Terracampino de Urones de Castroponce pasó por la recordada Escuela de Teatro de León donde compartió aventuras con los Javier Puerta, Kike, Elsa; buscó después una formación más reglada en Valladolid, regresó a su pueblo y se convirtió en su alcalde y creador de un ‘milagroso’ Festival de Teatro Alternativo, creó Fabularia Teatro (1999) , compañía a la que se incorporó en 2004 la berciana Beatriz Osorio, lo que fortaleció su presencia en el Bierzo hasta el punto de que «desde 2015 estamos afincados en el Bierzo, concretamente en Borrenes, allí hemos creado todas nuestros montajes aunque mantengamos una sede administrativa en Valladolid por razones de operatividad», explica el mencionado Raúl Gómez.

La primera obra que montó Fabularia, en 1999, fue ‘El Principito’ y la compañía llega hoy lunes (a las 18.30 horas) al Auditorio de León con ‘El Principito’.

- ¿La misma?

- Sí y no. Es El Principito, pero ya es la tercera versión que realizamos. Hay cambios, uno fundamental y el más visible, en las otras dos versiones las protagonizaba una actriz y en éste es un títere. Nos parecía mejor para que fuera más uniforme con personajes como la rosa, el zorro o la serpiente, que todos son títeres. Además permite al personaje ‘piruetas’ que un actor nunca podría alcanzar y refuerzan la bonita relación existente entre el zorro y el propio Principito.

Y, al margen de ello, señala RaúlGómez que ha mejorado mucho la escenografía, con nuevos planetas, con una esfera en altura que da la sensación de profundidad, de mayor universalidad. «También hemos cambiado, por ejemplo, la estética del aviador, que de tener una estética de aviador le hemos vestido másde aventurero, de explorador...».

Incide el actor y director de Fabularia en la universalidad del texto, un clásico que «nos ha sorprendido por las lecturas y la vigencia que puede tener, cuando lo estábamos montando nos encontrábamos con párrafos que parecían escritos para describir la realidad que estamos viviendo».

- Ejemplos.

- Mira, te digo una frase, del Rey, el de la obra, que dice: «La autoridad debe cimentarse sobre la razón... te hace reflexionar y si cuando sales del teatro ves en la tele el cristo que tienen montado en la Comunidad de Madrid, aún te hace reflexionar más. Pero te añado otra, del mismo personaje, que viene a decir que «un Rey debe dar órdenes, pero también se debe preocupar de que esas órdenes sean razonables, lógicas, que se puedan cumplir».

- Y ya no te digo si nos centramos en el hombre de negocios, cuyo mundo se sustenta sobre un capitalismo liberal empedernido;remata Raúl Gómez, quien señala por ello que tiene la obra como «dos planos, para los niños, que disfrutan con la obra y los títeres, y para los mayores, que tienen un campo amplio para la reflexión.

- ¿Alguna ‘morcilla’ con la situación actual?

- No. Sólo un pequeño guiño, en un momento que habla el Rey, el actor que le pone voz, que soy yo, imita la voz de ‘el emérito’ ... pero vamos, un guiño mínimo, pues el asombro lo produce la actualidad que muestra el propio texto original.

Fabularia ya puede presumir de una larga andadura pues ya hace más de veinte años que estrenaron la primera versión de ‘El Principito’, dos décadas complicadas para el teatro, con la ya casi histórica crisis del hace diez años y esta otra en la que estamos inmersos.

- ¿Cómo sobrevive una compañía de teatro como Fabularia?

- Por varios motivos. De una parte es evidente que nos pilla más entrenados a los que vivimos siempre en crisis; pero además ha sido fundamental ser una compañía pequeña pues cuando vinieron mal dadas, que vinieron y mucho, es más fácil mantener una infraestructura de dos o tres actores, con nóminas asequibles. No me quiero imaginar las grandes compañías y sus sueldos.

- ¿Cómo habéis sorteado la pandemia?

- Tocamos madera pero, relativamente, bien. Estuvimos dos meses parados pero en julio y agosto ya arrancamos, con funciones atrasadas, otras en escenarios apropiados, algunos talleres y teatralizaciones que damos por ejemplo en el Aula Arqueológica de las Médulas o el museo del Bierzo... en fin, que no nos podemos quejar, y menos según están las cosas.

Ya lo dice El Principito, que sea la razón la que impere.