"Lo que diga el científico no vale nada si dice lo contrario uno haciendo el pino en internet"

Fran Allegre es músico, poeta en asturleonés y apasionado en la defensa del medio ambiente. Lector de todo, estudioso desde su Órbigo natal, clama contra la tendencia a no escuchar los avisos o, peor, escuchar a quien no se debe

25/11/2024
 Actualizado a 25/11/2024
Fran Allegre con la casa a cuestas y todos sus ‘aperos’, libros, chiflo, tamboril, gaita, zanfona...
Fran Allegre con la casa a cuestas y todos sus ‘aperos’, libros, chiflo, tamboril, gaita, zanfona...

Cuando Francisco J. Pozuelo Alegre se presenta suele decir: «Soy Fran Allegre, conocido como músico, artesano y escritor, habitante de la ribera del río Órbigo». Ahí se queda, pero ese «habitante...» encierra a un tipo profundamente preocupado por la naturaleza, el medio ambiente, el mundo rural, la vida comunal. Acaba de publicar un nuevo libro de poesía, en asturleonés, cuyo título ya dice tanto como se intuye: 'La fin y outras cousas que van sele' (El fin y otras cosas que van despacio).  

– 'La fin y outras cousas que van sele'; primero, ¿porqué en asturleonés? 
– Lo cierto es que hasta ahora sólo he publicado en asturleonés, cuatro libros y tres artículos etnográficos ¿La explicación? el uso de lo nuestro, de lo local, de lo mío, universal pero propio, hace que los poemas tengan más fuerza, bajo mi punto de vista. No sólo usar emociones propias hace que el arte sea quizá más verdadero, cualquier elección del artista es importante a la hora de vomitar, gritar, sudar, sangrar, soñar, aceptar un poema; y en mucha menor medida en mi caso, reírlo. Aunque quizá sea más poético expresarse en una lengua pequeña me voy cansando también de lo que se olvida.

– Y el título, con dos partes, el fin. ¿Malos augurios?
–  La fin es el fin, el Apocalipsis, aunque quizá ningún fin sea definitivo, y quien sabe si el primer principio existió... El cambio sí se aparece, a cada momento.

– ¿Y qué cosas son las que van despacio?
– Las cosas que van despacio son las cosas que queramos o no que se produzcan, a algunos, nos parece que van despacio. Tanto el amor como la muerte, como el caño que le viene en el siguiente pueblo a un ciclista que ansía perder la sed y otras cuestiones que bajo nuestra percepción, van despacio.

– Tu conocida preocupación por la naturaleza, por el medio ambiente, viene de lejos ¿Cómo ves la situación actual con lo que estamos viviendo?
– La Naturaleza con mayúsculas somos nosotros mismos dentro de un ecosistema que no nos pertenece, lo heredamos y aquí queda para los siguientes. A nivel global, el cambio climático es la mayor amenaza que tenemos todos los seres vivos, este cambio tan veloz en el que no dará tiempo, si seguimos así, que es lo que parece, a adaptarnos. La superpoblación humana global y la extracción y escasez de recursos debido a ella y al abuso, también causan desastres.

-Y a nivel local.
– Son los mismos problemas. Todo lo expresado, que afecta mucho también en lo social: son las macro concentraciones parcelarias entubando regueros, fomentando una agricultura insostenible, la pérdida de cientos de especies vegetales y animales. La ‘paramización’ de las riberas, lugares en los que hubo —posiblemente desde hace 2000 años— riegos tradicionales, agricultura y ganadería sostenibles con una fauna y flora diversas, y llega la pérdida de gestión del agua, privatización de recursos, pérdida de patrimonio hídrico, histórico, natural, no dejarnos regar nuestras huertas... Poner al mismo nivel a un territorio que se lleva regando 50 años con otro que se lleva regando cerca de 2000 es injusto y bajo mi punto de vista, ilegal. Y dicen fomentar que la gente quede en los pueblos... Me da la risa cuando hablan del valor añadido en cultivos, etc.  

– ¿Están esquilmando nuestro territorio, a nuestros pueblos? 
– Te pongo jemplos:Extracción local de recursos hasta el fín, pérdida del agua para crear hidrógeno que veremos, o agua enviada a otros territorios, ocupación de miles de hectáreas para placas solares mientras los tejáos están vacíos, grandes eólicos... Otra forma de renovables es posible, aunque ya sabemos, según los científicos, que todo serán, de momento, parches para ir tirando energéticamente. Creaciones de macro vertederos de residuos... Hay muchas amenazas, que, por supuesto, no harán sólo que se extinga un insecto, el humano lo paga y pagará, todo está enlazado. El que no sepa, que estudie informes científicos si es que está interesado.

– ¿Estamos un poco locos “quemando” la casa en la que tenemos que vivir?
–   Bueno, no estamos locos. Creo, que por naturaleza, querer conocer a fondo la realidad es raro. Cuando alguien nos augura algo malo con datos, preferimos seguir con los oídos tapados o seguir en esa «Discoteca imaginaria de evasión» donde la música está muy alta, las luces ciegan y donde no se puede hablar. Dicen algunos que no hablar de lo negativo lo ahuyenta, cuando es lo contrario, hay que conocer la realidad para poder actuar. Desde dónde estamos, hacia dónde damos el próximo paso para que sea un poco seguro...

– Te has refugiado un poco en tu Órbigo natal, ¿están mejor las cosas en el mundo  rural o también se resiente la tradicional vida comunal?
– El mundo rural más que nunca está afectado por los intereses de las multinacionales, de la plutocracia, como todo el mundo sabe, pagando poco al productor, inundando con placas solares, queriendo controlar el agua, las tierras, recursos, etc. Este sistema se nota en lo comunal, somos más individualistas, nos engaña en el móvil gente inculta, enferma, pero caradura con sus intereses, ignorantes pero muy manipuladores. Lo que diga el científico no vale nada porque dijo lo contrario uno haciendo el pino en internet. 

– ¿No hay excepciones, pueblos que defienden su futuro, sus recursos y su forma de vida?
– Hay que decir que siempre quedan algunos ejemplos de pueblos donde, primero, existen vecinos, y además, están unidos y defienden su territorio y sus recursos. Son un ejemplo. Gestionar para un determinado número de personas un territorio determinado, un pueblo, lo hacíamos bien por aquí.

- ¿Qué quiere decir ‘los hacíamos bien por aquí?
– En tu pueblo antes, si quitabas todos los árboles o arabas toda la yerba quedabas sin leña y sin alimento pal ganao;eso era antes; ahora traes corderos de Nueva Zelanda y petróleo para las calefacciones de lugares lejanos... pero esos lujos se pueden acabar y la alternativa propia habrá desaparecido cuando nos demos cuenta. 

– Sigues tu especie de ‘apostolado’ (perdón por la palabra) por diferentes pueblos y comarcas, unas veces con la música, con talleres de creación, la lengua, la naturaleza, mostrando esos instrumentos que tu mismos ‘fabricas’ y después tocas ¿Te sientes solo o hay mucha gente trabajando aunque, tal vez, demasiado olvidados?
– Digamos que las recogidas de los restos de nuestra cultura las tengo un poco abandonadas. Sí hay desánimo y/o aceptación del cambio. Lo aprendido sí lo sigo llevando por los pueblos, también la creación, la poesía, la música... 

–¿Y la defensa de la naturaleza, del medio ambiente?
–  En el trabajo por la supervivencia nuestra, de la naturaleza, yo palpo a veces el desánimo, cada vez son más y mayores los abusos, es grande la mies y los obreros pocos y cansados. Aceptar el apocalipsis evita un poco de sufrimiento. Quizá en la mayoría de los casos la derrota se tiene asumida pero en el momento de la lucidez de la voluntad, a veces se da un paso más, hacia donde sea. Amemos, amemos como conocimiento, como consciencia, como sonrisa interior

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