«Tuve una participación muy activa en la lucha contra la dictadura y, también en los inicios de la restauración de ¿la democracia? con responsabilidades políticas y sindicales. Aunque hace algunos años que abandoné la vida partidaria no dejé la militancia en la lucha por defender los Derechos Humanos, la Justicia Social, la Memoria, las luchas de los trabajadores...Con ese objetivo me adentré, ya en 1999, en el mundo audiovisual y comencé a hacer cine documental». Así explica el asturiano Luis Felipe Capellín su desembarco, desde el mundo sindical y la política, en el cine documental. Uno de esos trabajos fue ‘’Morir en El Tarronal’ que, explicaba: «Durante años viaje un día a la semana desde Gijón a Mieres, y para llegar a la villa, por la autovía minera, veía el castillete y ‘la fábrica’ de lo que fue El Tarronal, pensaba en cuántos sueños, en cuántas esperanzas habrían acompañado a los mineros a la hora, supongo que muy dura, de entrar a trabajar. Y quise contarlo. Comienzo a informarme y descubro que era una explotación de mercurio en la que la historia de los mineros del Tarronal es dramática y muy poco conocida». Y la contó.
Con esa misma filosofía resultaba que vivía en Gijón, allí donde estaba la mina y el poblado de La Camocha, con otros sueños, otras vidas... que también merecía la pena contar. Y lo hizo. El documental se llama ‘Mineros de La Camocha’ y este viernes se presenta a las 18:00 horas en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero.
A través de los testimonios de cinco mineros de La Camocha el director, Capellín, recrea en un trabajo de 55 minutos de duración cómo «desde 1985 hasta el 2008, en la parroquia de Vega, en Gijón, fue explotada la mina de la Camocha en la que, a lo largo de su historia, fallecerían en accidentes laborales, 79 trabajadores».
La Camocha además de ser una fuente de ingresos para los trabajadores y sus familias, muchas de las cuáles acabarían viviendo en el poblado del mismo nombre, fue también uno de los referentes históricos de la lucha de la clase obrera y no conviene olvidar que fue esa mina donde nacieran las Comisiones Obreras.