«Desde hace más de una década venimos recorriendo el interior de nuestro país, por el territorio que viene llamándose España vacía, vaciada, despoblada…y también por otros territorios interiores que, si bien no están despoblados, conservan su arquitectura tradicional. Nos hemos fijado, a la hora de hacer nuestras fotografías, en las diversas construcciones que hemos encontrado en casas y otro tipo de construcciones auxiliares (palomares, bombos, cerramientos, pallozas, molinos, bordas, etc.)». Así explican los fotógrafos Jesús Molina y Carlos de Guzmán cómo nació la exposición ‘Arquitectura rural en la España Vacía. Una mirada’, que puede visitarse hasta el 25 de noviembre en El Centro Cultural La Corrala – Museo de Artes y Tradiciones Populares, de la mano de la UAM.
Y en cualquier exposición que se hable de arquitectura tradicional singular está presente la comarca leonesa de Cabrera, una de las más singulares del país en este aspecto. Pues, como los propios fotógrafos concluyen «Las comarcas, generalmente, vienen definidas por un tipo de construcciones que las une arquitectónica y culturalmente»
Explican los fotógrafos que «hemos observado que se construían con los materiales cercanos con que se disponía: adobe y tapial cubiertos por tejas, piedra y rematadas con pizarra, con areniscas, con madera…Orientadas en el espacio para mayor confort de sus moradores, tanto seres humanos como animales, así como para mejorar su funcionalidad, como es el caso de algunas construcciones auxiliares. Edificadas de diferentes formas y respondiendo a las necesidades materiales y económicas de sus habitantes. Incorporadas al entorno guardando un equilibrio con éste».
La cara positiva de la despoblación que marcó a estas tierras es que «ha permitido que muchas de estas construcciones hayan llegado hasta nuestos días como fueron construidas.