La Biblioteca Municipal de Astorga sirve este jueves de escenario a la presentación, a partir de las 19:00 horas con entrada libre hasta completar el aforo, de la nueva publicación del historiador, experto en arquitectura y colaborador de La Nueva Crónica, José María Fernández Chimeno. ‘Alfonso IX. El rey ciudadano’, cuya edición ha corrido a cargo del sello leonés Eolas, cuenta con un prólogo de Rogelio Blanco, que acompañará al autor en la presentación de este jueves en la ciudad bimilenaria, estando igualmente prevista la participación de Mixticius Teatro con una breve escenificación.
Cabe recordar que Fernández Chimeno ha escrito una ‘Trilogía del Reino de León’ integrada por ‘El maestro de la luz’, ‘Pedro de Dios, el geómetra’ y ‘Mateo, el arquitecto del rey’, donde los protagonistas son los «magister operis» que dieron forma a las grandes construcciones del reino leonés, a los que se suma en esta ocasión el monarca Alfonso IX, que como señala el autor tuvo ocasión de conocer al maestro Mateo y de asistir a la finalización del ‘Portico de la Gloria’.
La figura de Alfonso IX ha cobrado en los últimos años un gran protagonismo tras la aceptación por la Unesco de León como Cuna del Parlamentarismo y considerar los Decreta el testimonio parlamentario más antiguo.
‘Alfonso IX. El rey ciudadano’ se centra en dos momentos cruciales en la vida del monarca. El primero se escenifica en ‘La primavera de un reino’, cuando un joven aspirante a rey llega a la ‘civitas regia’ leonesa para ser coronado en la Curia Plena de 1188, que a la postre se convertiría en las primeras Cortes ‘democráticas’ al incorporar a los hombre buenos de las ciudades del Viejo Reino, dentro del claustro de la Real Colegiata de San Isidoro.
El segundo momento se argumenta en ‘El invierno del león (un reino obligado por pactos)’, donde un monarca ya longevo y próximo a la muerte, con 57 años (1229), antes de partir a la conquista de la hasta entonces inexpugnable plaza de Cáceres, concierta una reunión secreta en el alcázar de Toro con su exesposa Berenguela de Castilla con el objetivo de dilucidar la entonces mayor de sus preocupaciones: la sucesión al trono del reino de León.