Las fechas de final de año son propicias para la publicación de todo de listas, de lo más variadas. Pero hay algunas que se han convertido en un clásico de las fechas, avaladas por ‘la cabecera’ que está detrás de ellas.
Una de las esperadas cada fin de año es la ‘lista de los pueblos más bonitos’ de National Geographic, fundada en 1888 y publicada en 32 idiomas; además de ser una de sus espacialidades los viajes, lo que la dota de mayor prestigio y autoridad.
Hace unos días apareció la edición especial con los 100 pueblos más bonitos de España, encabezada por Altea y en la que aparecen dos pueblos leoneses: Castrillo de los Polvazares (en el puesto 9) y Peñalba de Santiago (86), acompañando a las fotos de los mismos una breve explicación.
En el caso de Castrillo afirman que "el verde de puertas y ventanas y un marrón rojizo presente en los muros de las casas contrasta con el cielo azul y otorga a esta localidad la aparente condición de haberse detenido en el tiempo. Situada en la comarca de la Maragatería, sus calles empedradas de acabado irregular interpelan al visitante desde otra época, aquella en la que los arrieros eran los habituales del lugar. Hoy siguen llegando hasta aquí peregrinos del Camino de Santiago buscando un descanso antes de emprender las etapas finales. El trazado original discurre por el puente viejo y sigue por la calle Real, descubriendo un auténtico pueblo maragato.Algunas de sus casas arrieras conservan los escudos familiares sobre las puertas, la mayoría con una entrada amplia que permitía el acceso de los carros. Estas viviendas típicas fueron construidas con gruesos muros que protegían y atemperaban el interior".
Sobre Peñalba de Santiago afirman que "un puñado de casitas de piedra coronadas por techos de pizarra y agrupadas en mitad del valle del Silencio, en pleno Bierzo leonés, dibujan la idílica imagen con la que Peñalba de Santiago recibe al viajero. Quienes llegan hasta aquí encuentran un entorno privilegiado que ofrece la tranquilidad y el silencio que promete el topónimo de su entorno. Según la leyenda, San Genadio (865-936), fundador del pueblo, en su búsqueda de aislamiento mandó callar las aguas del río Oza con un golpe de bastón. Hoy, se pueden visitar las cuevas donde se dice que encontró su lugar de retiro. De la belleza de este pequeño pueblo disfrutan a diario sus apenas 15 habitantes. Las construcciones del casco antiguo son un ejemplo de la auténtica arquitectura tradicional berciana, aquí presentadas en un entramado de callejuelas que discurre entre empinadas pendientes. La diminuta iglesia del siglo X, cuya hermosa entrada está precedida por un doble arco de herradura, exhibe elementos propios de la época musulmana, convirtiéndola en una pequeño tesoro del arte mozárabe".
En la explicación inicial del reportaje explica la revista que "estos 100 pueblos llegan para reivindicar su papel protagonista en la España rural. Algunos llevan años recibiendo a viajeros de todo el mundo. También hay que siguen siendo secretos muy bien guardados, mientras que otros son realmente peculiares o muy curiosos. Sea como fuere, todos están ligados por dos características: su pequeño tamaño y su riqueza cultural y paisajística! y aclaran que la selección está realizada bajo los criterios editoriales de los diferentes miembros de la sección Viajes National Geographic del prestigioso grupo editorial.