«En Miguel de Cervantes, humor rima con amor y con dolor». Es una idea que Eduardo Aguirre ha ido desglosando en varios de sus trabajos como buen cervantista. El ensayista explica que la argamasa que une entre sí dichos tres elementos es la ternura, la impronta más diferenciadora de la comicidad cervantina. «El alcalaíno tenía una mirada crítica y chispeante, pero finalmente compasiva», analiza. Además, comenta pasajes y gags representativos de dicha ternura humorística, pero también recurre a películas para buscar la influencia contemporánea del humor cervantino, entre ellos Woody Allen. A la vez, reconoce que una de las intenciones del libro es rendir homenaje al cervantismo y a los cervantistas, «a los vivos y a quienes nos precedieron, a sus aciertos y a sus yerros».
Todo queda bien reflejado en su publicación ‘Cervantes y la ternura humorística’, editada por el sello Marciano Sonoro y prologada por Luis Gómez Canseco. Esta obra es el segundo título de la colección de ensayo Fragmenta Mundi, a la que la editorial dio el pistoletazo de salida con ‘La primavera y el titán’ de Antonio Monterrubio.
Este jueves, desde las 19:30 horas, la Fundación Sierra Pambley de la capital provincial acogerá la puesta de largo de una obra que ahonda en el caracter de uno de los autores más destacados –sino el que más– de todo el Siglo de Oro e, incluso, de la literatura universal. Lo hace por cortesía de la pluma y el conocimiento de uno de sus grandes lectores y estudiosos, Eduardo Aguirre, que estará acompañado en el acto por la periodista Esther Bajo, el profsor Juan Matas Caballero y el responsable de la edición del libro. Todo en un evento cuya entrada será de acceso libre y gratuito hasta completar el aforo del enclave.