El acordeón es el gran protagonista del I Festival Veiga de Viechos que comienza este viernes en la localidad babiana

El instrumento con más tradición en Babia volverá a sonar en las manos de algunos de sus ilustres intérpretes

Fulgencio Fernández
21/08/2015
 Actualizado a 01/09/2019
El acordeón siempre en el centro de las celebraciones. En la foto, el acordeonista de San Miguel, Aurelio, rodeado de un buen número de mozas.
El acordeón siempre en el centro de las celebraciones. En la foto, el acordeonista de San Miguel, Aurelio, rodeado de un buen número de mozas.
Lisardo de Villasecino, Perjentino de Truébano, Salvador de Villanueva de Omaña, Firmo de Quintanilla de Babia, Secundino de Huergas (había estado en Argentina y había traído un bandoneón), Nemesio de Torrestío (aunque actualmente es más conocido como gaitero), Gubierno de Orallo, Firme el Salentano (casado en Rabanal), Magín y Albino de Lago de Babia, Evaristo de Cuevas (El ciego de Cuevas), Otimio el de Peñalba, Aurelio de San Miguel de Laciana, Plinio González Moran en Mora de Luna, Javier Beltrán de Omaña, Elicio Barrio de Cubillas de Arbás, Amaro Sierra de Sabugo o Pepito de Sosas de Laciana... Son nombres de acordeonistas que permanecen en la memoria de las gentes de Babia y comarcas limítrofes, gentes a las que recuerda y conoce Norberto Magín, acordeonista asimismo, y que son algunos de los grandes protagonistas del IFestival Veiga de Viechos (Vega de los Viejos) que este viernes comienza, hasta el domingo, y que tendrá su día grande este sábado (a las cinco de la tarde) con la ‘I xuntada de alcordionistas’ que incluirá un homenaje a los primeros acordeonistas del noroeste leonés, con la presencia de muchos de los que aún viven.
 
El Festival comienza hoy viernes, a las 22:00 con Baile Tradicional con el acordeonista local Norberto Magín, alma mater de este encuentro.

Iª Xuntada de alcordiunistas

Pero la jornada central del Festival, nacido con la idea de apostar por los músicos locales, será la de mañana sábado, con la tarde dedicada el la ya citada I Xuntada y una  noche de conciertos variados con cuatro grupos de la comarca.

El Ciego de Cuevas cobraba en especias, cada mozo tenía que darle una taza de legumbres de la zona La Xuntada quiere ser un recuerdo y un homenaje para los numerosos acordeonistas de la comarca y para el propio acordeón, un instrumento que, como recuerda Norberto Magín, "nace en la revolución industrial, en Viena, pero estos instrumentos de lengüeta libre se convirtieron en un éxito entre el pueblo y poco a poco se fue incorporando en todos los folklores del mundo". La razón de este éxito la explica Magín de una manera curiosa:"Por su versatilidad, el acordeón era los iphone de la época, con un solo músico se hacía el trabajo de tres, además de su facilidad de aprendizaje (Hasta hacer sonar medianamente bien una gaita se necesita mucho tiempo de trabajo, con un acordeón, si se es un poco mañoso en un día se puede tocar una melodía)".
 
Repasa este gran estudioso del instrumento y la música tradicional la evolución del acordeón. "Al principio fueron los acordeones diatónicos, algunos los compraban en una casa y otras veces eran los mozos de los pueblos los que juntaban dinero para comprar un acordeón, generalmente diatónico. Al final lo tocaban dos o tres, y generalmente familia. Tal como pasaba con Antonio Barrio y Julián Barrio en Cubillas de Arbás, Adelina Álvarez Menendo y Florentino Álvarez Menendo en Riolago,  Aurora Álvarez Redondo y Perjentino Álvarez Redondo en Truebáno. El Ciego de Cuevas cobrara en especias. Cada mozo y moza tenía que darle una taza de legumbres de la zona".  

El siguiente paso, lo que Magín llama los Iphone 6, "llegaron los acordeones de sistema piano y empezaron a aparecer  más familias. Los Prieto (Albino, Magín y Constante) en Lago de Babia, los Brañas, (los Salvador)… En cada casa había un acordeón y gente que quería ‘serruchar’ con él. Fue la época en que se creó el concepto de gira, los acordeonistas iban de pueblo en pueblo con una bicicleta y el acordeón a la espalda. Las familias de los músicos de esta época suelen recordar con emoción como tenían que estar trabajando el arado y en la mina durante el día y más tarde cogerse la bici e ir a tocar por ahí, lo que a veces era un peligro, con animales salvajes, llegando Perjentino a ahuyentar al lobo poniéndose a tocar en medio del camino".

El acordeón era el Iphone de la época, un sólo músico hacía el trabajo de tres Además de los ‘profesionales’, como los citados al inicio, había muchos aficionados y tasqueros que aprendían a tocar el instrumentos para sus clientes. "De éstos se recoge testimonio de Elpirio el de La Ruta o Pedro de Tejedo de Sil. Es una tradición que sigue viva, como ocurre con el tasquero de la Posada de la Vega de Viejos, que sigue manteniendo esa tradición, todos los días coge su acordeón de juguete y deleita al público".

El siguiente invento fue la batería, en la que los nuevos instrumentistas nacían del entorno familiar de los acordeonistas. Hermanos, padres e hijos, cuñados formaron agrupaciones de acordeón y batería. "Y alguno terminó tocando en grupos del estilo de modo en esa época, el rock, de estos se puede citar a los hijos de Gubierno (Loli y German del grupo Ceda el Paso) y Manuel el de Perjentino. Otros se especializaron, como la hija de Geni, María del Mar García Tablado, que es la actual profesora de acordeón en la escuela de música de Villablino".

Después llegó el éxodo rural y un cierto abandono, del que ahora se empiezan a recuperar con el trabajo de nuevos instrumentistas e iniciativas como este IFestival Veiga de Viechos, que hará de esta localidad la capital del acordeón.  
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