Cierto que cuando la señá Munda explicaba a los visitantes el monasterio, las ruinas lo rodeaban todo. Algunas excavaciones se hacían de vez en cuando para cumplir el expediente y todo se desmoronaba si no hacían algo por sostenerlo. Solamente la iglesia se mantenía fuera de esa sensación de ruina y dejadez.
Sin embargo en las últimas épocas se han realizado actuaciones para mantener en pie aquello que sea posible y recuperar espacios como la panera. Tras años con un descontrol bastante deprimente Sandoval vuelve a renacer y esta exposición de arte contemporáneo es la prueba de ello.


A continuación aparecen tres mujeres clave, por un lado la belleza especulativa, una obra de Gus Geijo, luego la diosa Gea, de Julia Velázquez y al otro lado la mujer o diosa del románico de Alejandro Terán. Continúa con la instalación de esferas de Andrés Oslé. A continuación la cama del convento en la pared y la silla irracional en el suelo. Un lienzo amarillo rodea esta parte del claustro, símbolo de los trigales, de los campos amarillos, de la riqueza… A continuación los espíritus malignos de los monjes que parecen estar presos y luchan por escapar, una obra de Antolín. Y al fondo las palomas de Ana Cristina.
Antes de entrar en la biblioteca se encuentra la relación entre las artes plásticas y el mundo poético, lo que es la poesía visual de varios autores como Gustavo Vega, Cebolledo, Ángela Merayo, Pablo del Barco, Juan López de Ael y Julián Alonso. Al final, desde la ventana se ve un círculo en el suelo que representa el ora et labora, máxima del Císter.
El espacio de la biblioteca es como los antiguos scriptorius que son los que conservan la cultura y como todos los bienes culturales comienzan entroncados con la Naturaleza que va a ser el eje sobre el que pivotará la investigación de los artistas, y aparecen fotografías de la nieve, el agua, las plantas, la playa… creadas por diferentes autores como Esther Santás, Carlos Pérez, Gus Berrueta, aunque el hombre ha tratado de explicar esos fenómenos naturales de muchos modos, por la ciencia o la religión y así lo expresan las piezas de Mario Castro, Richard Le Manz y Antonio Guerra. También los desastres naturales con obra de Jesús Salvadores sobre un incendio. A partir de la Naturaleza surge el fenómeno artístico, el textil, el papel y se entra dentro de la biblioteca. Hay fotografías realizadas por Esther Santás de Matavenero como aldea Natural y su biblioteca, una de Javier Casares. Todo ello alrededor de un mapa cosmológico familiar de Mónica Jorquera.
Isacio presenta una obra que hace referencia al archivo, Jesús Martínez con sus máviles y Ana Campos con una pieza textil presentan la unión de la labor investigadora y la creativa.
Tras la investigación llega la creación y así, se pueden ver fotografías realizadas por José Ramón Vega, Robés y Ferrero Villares de poetas y escritores como Julio Llamazares, Aldo Sanz y otros. En las vitrinas manuscritos de esos autores y otros como Gamoneda, Mestre, Victor M Díaz, JC Pajares, Eloísa Otero, Zapico, Julia Conejo, Toño Benavides, Ildefonso Rodríguez, Tomás Sánchez Santiago, Marifé Bolaños, Jorge Pascual…
Además se ve la relación de Gamoneda con el arte y una fotografía sobre la luz de Amando Casado. Además Eloy Vázquez Cuevas.
Continúan obra gráfica de tipo diferente, de ilustración como los miembros de la Pila, Emiliano Ramos, Toño, Martín, Fer, Pepe Cáccamo con poesía visual, Amable Arias, Rodera, Nogal y algunos más. Se ven autores de la posguerra con Sáenz de la Calzada y la revista Claraboya.
En cuanto al posicionamiento crítico sobre la mujer en la sociedad Julia González Liébana presenta dos piezas mostrando cómo la mujer está maltratada en pleno siglo XXI. Una ilustración de Miguel Escanciano sobre cómo tuvo que sufrir en silencio y siguen una serie de fotografías de Carmen Díez, Marcelino Cuevas, Carlos Cuenllas, Vicente García.

Al final está la biblioteca, el trabajo, el estudio y en la biblioteca uno de los intelectuales más importantes pero menos reconocido y valorado, que es muy importante en el nivel nacional e internacional, Luis Grau, el mayor defensor del leonesismo, pues sin ser de aquí es quien más ha defendido León, representado por un dibujo del gran artista Lolo con la colaboración de Moñi. Al fondo de la sala unas transparencias de Reme Remedios cierran el espacio artístico.
Desde el claustro se accede a la iglesia donde las esculturas de Vargas, Cosme Paredes y Amancio acompañan al visitante junto con el osario de Marbán y la excelente muestra colectiva de las Vírgenes paganas, mientras que en la sillería se encuentran una serie de láminas, obra gráfica de Pepe Fuentes del año 1981 en las que muestra la situación de las diferentes formas de ver el mundo de las iglesias románicas con unas imágenes en las que se ve la realidad de estos entornos. Junto a ella una pieza de Adolfo Álvarez Barthe. Además se pueden contemplar obras de los pintores David del Bosque y Esteban Tranche.
En el interior de la iglesia se pueden contemplar esculturas de Juan Manuel Villanueva y de Paco Suárez, Lucas de Santiago, Agustina Otero y Leopoldo Ferrán, Juan Manuel Villanueva, César Castaño, Marta de Paz Urueña, Javier del Río.
En la sacristía se pueden contemplar dos instalaciones provocadoras de Carmen Coque, Carlos Luxor y Fran de Gonari sobre la Verónica y la Virgen, mientras que en las salas adyacentes se puede contemplar la pieza de Sandra González en una y de Ana María Loreto en la otra. Al lado del armonio piezas de Belén y Uriarte.
Salliendo al exterior por la puerta lateral se encuentra una pieza de Carlos Cuenllas y un enorme lienzo de Sebastián Román sobre una ciudad montada con piezas de informática. Saliendo por la puerta principal se encuentra una pieza de José Luis Casas y otra de Gustavo Vega en mármol blanco.
Una exposición extraordinaria en la que se dan cita la mayoría de artistas leoneses y otros no leoneses pero con gran presencia en este lugar del planeta, solamente hay que decir a aquellos que están interesados en la cultura y el arte que no dejen de visitarla, pues aparte de conocer el monasterio podrán disfrutar de lo mejor del arte contemporáneo en nuestra provincia.