Ángel Santamarta había sido noticia a nivel local al tomar una decisión que se cree muy habitual pero poco común, regresar al pueblo e iniciar una nueva vida en el mundo de la ganadería, comenzando a crear su rebaño de ovejas, poco a poco. Había trabajado en diversos oficios por la provincia —la mayoría vinculados al turismo— y quiso quedarse en Vegapujín, su pueblo, el de su familia y sus raíces.
Ángel volvió a ser noticia, un poco más allá de sus fronteras locales, con un hecho mucho más habitual de lo que se cree pero excesivamente olvidado: los lobos le habían hecho un tremendo destrozo en su pequeño rebaño, cuando ya se acercaba a las 100 cabras, su meta para aquel año, volvió a las ochenta y pocas, en medio de la rabia por el olvido que se vive en estas situaciones, pero siguió adelante. A su proyecto vital se unió Elisa Priede y también pensaron en otra iniciativa que les rondaba, una pequeña quesería artesanal.
Lo que no imaginaban Elisa y Ángel la que se iba a montar" cuando enviaron a sus contactos en washaap la feliz noticia de que había nacido Benjamín con un pequeño comentario: "Hacía 43 años que no había un nacimiento en Vegapujín". Esta curiosidad provocó una cascada de reportajes en todos los medios, de locales a nacionales, tal vez ávidos de noticias felices y bellas.
Sin embargo, Ángel plantea otra reflexión, muy suya: "Yo creo que la noticia no es que haya nacido un niño después de 43 años sin hacerlo, lo que había que pensar es porqué no nació ningún bebé aquí durante décadas".
El bebé que con solo unos días puso a su pueblo en el mapa
Benjamín nació en Vegapujín después de 43 años sin que hubiera ningún nacimiento en este pueblo omañés
12/06/2022
Actualizado a
12/06/2022
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