
Bajo su batuta fueron tomando la arena Revoltosa, Paquito, Locura... y otros ejemplares, hasta una decena de caballos y yeguas y un poni (y el añadido siempre ‘apetecible’ de engalanados carruajes), que fueron haciendo las delicias de los leoneses que decidieron pasarpor la plaza de toros de la caiptal en una mañana de sol que invitaba a salir de casa, a pasear, tapear... Unos cientos apostaron por la magiadel caballo y a buen seguro que no se arrepintieron.
Arias explicaba que el objetivo del espectáculo es que «el público disfrute, para ello trabajamos, pero también que disfruten los caballos pues ahí está la clave del éxito de ‘la magia’», que ayer cerraba en el coso leonés su segunda temporada y lo hacía con un regalo para los asistentes, la presencia de la yegua Revoltosa, de 9 años, que debutaba «en esta plaza».