El hombre que inventó la solidaridad con la historia

Víctor Ferrero, fundador de Pro Monumenta y director de la revista de la asociación ha fallecido en León a los 76 años después de caer enfermo tan solo hace unas semanas

Fulgencio Fernández
13/11/2020
 Actualizado a 13/11/2020
Víctor Ferrero en una de las conferencias que pronunció relacionadas con el patrimonio leonés. | DAVID GUSTAVO LÓPEZ
Víctor Ferrero en una de las conferencias que pronunció relacionadas con el patrimonio leonés. | DAVID GUSTAVO LÓPEZ
Al encontrar a Víctor Ferrero por la calle siempre se producía la misma anécdota: «Ya sabes, voy al siempre/nunca». Siempre iba a pedir algo. Nunca era para él.

Más concretamente iba a pedir para el patrimonio leonés, que era su pasión y lo que le impulsó hace casi treinta años (en 1992) a fundar Pro Monumenta, un nombre en principio ‘extraño’ y con el tiempo una asociación que forma parte de la historia de los defensores del patrimonio leonés pues esta «ONG de los monumentos» se llama en realidad Asociación de Amigos del Patrimonio de León. Y eso es lo que ha sido siempre y, cuando se desviaron de ese camino tuvieron enfrente a Víctor Ferrero.

Si en estos momentos hay un hombre ‘destrozado’ en León —al margen de la familia de Víctor Ferrero— es Nino Fernández, el actual presidente de Pro Monumenta. «No lo acabo de creer. Todo empezó con una neumonía y no se cómo se complicó, y tan rápido. La última vez que hablé con él le encontré bien, había recuperado su voz vigorosa y se lo dije: En otras peores nos vimos, de ésta también salimos».

- Hombre claro, juntos, como siempre.

Y es que Víctor y Nino eran amigos mucho antes de Pro Monumenta. «Íbamos juntos a aquellos bailes —en uno conoció a su mujer—, salíamos al monte, a Picos, a Babia, a Valdorria, a Caín... y él siempre preocupado por nuestra tierra, nuestra historia, nuestro patrimonio». Y a Víctor se le ocurrió la idea de Pro Monumenta. «En un primer momento no me pude involucrar mucho por problemas de trabajo, pero nada más que me prejubilé me llamó y fue cuando me pidió ponerme al frente del grupo después de aquella crisis».

Y hasta hoy. Siempre juntos, en aquellas hacenderas que eran la seña de identidad  de Pro Monumenta: A Grajal, a Sarracín, a Balboa, los canales romanos de Cabrera... «Y, sobre todo, a Sandoval, el buque insignia de Pro Monumenta y también la niña bonita de los afanes de Víctor Ferrero, además de la Coral Cisterciense de este mágico lugar». Y que será el que acoja el homenaje, cuando sea posible, a Víctor Ferrero, que en los últimos años llevaba la dirección de la revista Pro Monumenta, cuyo último número será su legado póstumo pues ya los había terminado.

Un adiós con revista, coro y Sandoval, tres protagonistas de aquellos paseos para pedir... pero nunca para él.
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